Así se expresó el titular de la Cámara baja, Julián Domínguez, tras el discurso de Cristina Fernández de Kirchner que puso fin al corralón instituido en 2002. Todo el arco kirchnerista celebró la medida.
El presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez, aseguró que “hoy la Presidenta garantizó un país sin deudas ni condicionamientos para las próximas generaciones”, en referencia al anuncio del pago de la última cuota del Boden 2012.
En este sentido, el titular de la Cámara Baja nacional sostuvo que “Cristina Fernández de Kirchner demostró una vez más que Argentina es una Nación creíble, seria y responsable, que salda sus compromisos sin ajustes ni refinanciamiento y con crecimiento sostenido”.
“Es un acto de soberanía económica”, destacó Julián Domínguez. Y concluyó: “Nos permite a los argentinos volver a creer en nosotros mismos, en nuestros valores y capacidades”.
A su vez, el titular del bloque de Diputados del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, resaltó del discurso de Cristina el aumento anunciado para los jubilados como “una muy buena noticia para todos los argentinos”. Al respecto, celebró que este sea “un Estado que puede anunciarle el segundo tramo anual del aumento de las jubilaciones y pensiones, por arriba del once por ciento”.
Asimismo destacó asimismo que este incremento al sector pasivo “tendrá impacto positivo sobre al economía” ya que “va a alentar mas aún el consumo”.
Por su parte, el diputado nacional Eric Calcagno sostuvo que la medida anunciada “garantiza mayor soberanía en política económica y permite razonables márgenes de maniobra para llevar adelante una estrategia de desarrollo”.
Señaló Calcagno que “luego de aquella profunda crisis (de 2001/2002), nuestros presidentes Néstor y Cristina Kirchner fueron terminando con las recetas de los ajustes y el desempleo, con la dependencia del Fondo Monetario Internacional y con el fuerte peso de la deuda respecto del producto de todos los argentinos”.
Calcagno recordó que “el desendeudamiento contrasta con los crecientes problemas de la mayoría de las economías del llamado “Primer Mundo”, ya que en la última década bajó la incidencia de la Deuda Externa Pública respecto del PBI del 95,3% en 2002 al 14,2% en 2011, debido a un modelo que financia el crecimiento con recursos genuinos”.
