Como en sus viejos tiempos, la diputada Elisa Carrió protagonizó uno de los discursos más duros y polémicos en torno a la expropiación de la exCiccone Calcográfica. Desde el primer momento de su disertación, la referente de la Coalición Cívica aseguró que “no hay duda de que el señor Amado Boudou es el propietario de la empresa a expropiar y que tiene de rehenes a todo el Frente para la Victoria”.

Carrió no dudó en afirmar que la expropiación de Ciccone “es un negocio del poder y el que aparece es el vicepresidente de la República”, y que también involucra al titular de la AFIP, Ricardo Etchegaray, y al secretario de Comercio, Guillermo Moreno, con el levantamiento de la quiebra.

Además, la diputada justificó su pedido de ampliación de la investigación judicial a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner “porque ella conocía o debía conocer estos hechos” y “si no participó antes, está participando al encubrir a sus propios funcionarios públicos”.

Continuando con sus críticas, Carrió aseguró que Boudou “no es peronista, es de la Ucedé”, y aprovechó la ocasión para tirar dardos a la Justicia: “El Poder Judicial de la Nación y los jueces federales de Comodoro Py son los bancos que administra el freezer de la impunidad. Así no hay justicia, no nos pueden engañar a quiénes tenemos muchos años. Cajonean los expedientes hasta que pase el escándalo y después lo cierran. No tiene vergüenza de cobrar un sueldo y garantizar injusticia”, expresó, para hacer un pronóstico de la investigación por irregularidades en el levantamiento de la quiebra de Ciccone.

Finalmente, la diputada de la CC-ARI aseguró que la intervención de la empresa por parte del Poder Ejecutivo o del Legislativo es inconstitucional, ya que viola la división de poderes del Estado.

“La república ya se está muriendo”, estimó Carrió, y advirtió que el kirchnerismo “vendrá por mucho más”. “No dudes De Petri que también vayan por vos”, le dijo al diputado K con una amplia sonrisa.