– ¿Qué análisis hace del desenvolvimiento del conflicto con las fuerzas de seguridad?

– Primero hay que hacer una consideración: trabajadores con armas en la cintura otorgada por el Estado, son trabajadores de características muy especiales. No se puede pensar que el reclamo y la forma de manifestación son asimilables al resto. Aunque esa causa encierre elementos justos. También hay que tener en cuenta otras experiencias. A raíz de una ley que los afectaba, policías de Ecuador terminaron secuestrando al presidente y se vivieron horas de incertidumbre. En Argentina tenemos demasiados recuerdos de situaciones dolorosas, y cualquier expresión como esta nos deja inquietudes.

– Se dijo que esto podía ser parte de un marco destituyente…

– No me animo a decir eso. En algún momento escuché a uno de los miembros decir que les daban dos horas de plazo para atender los reclamos “y sino vamos a ver que hacemos”. Incomoda escuchar una frase así de una persona que tiene armas. Creo que efectivamente hubo una reacción ciudadana muy importante que tal vez impidió que se salga del cause de la protesta. En la Cámara baja rápidamente dimos una declaración unánime para que se respeten los ordenamientos jerárquicos que tienen estas fuerzas.

– ¿Tuvieron en cuenta esta declaración?

– De alguna manera empezaron a poner más énfasis en que no eran golpistas, que respetaban a la democracia. El tema se instaló y puso un límite a los desbordes que esa protesta podía tener. No se olvide que también empezamos a ver asociaciones de retirados de las Fuerzas Armadas. O algunas personas que adhirieron como Cecilia Pando o Aldo Rico, que llamó a una movilización de las Fuerzas Armadas para el 6 de diciembre para impedir que el 7 se consume lo que el considera un “ataque a la libertad de prensa”. Las cosas no llegaron a mayores porque hubo reacciones que trabajaron para este desenlace.

– ¿Rechaza entonces la sindicalización de las Fuerzas Armadas y de seguridad?

– Más que no estar de acuerdo explico la complejidad del tema, en el mundo entero. Una fuerza Armada de seguridad tiene como dato básico de su funcionamiento la verticalidad, cosa que no sucede en otro trabajo. La cadena de mandos de una fuerza Armada tiene una rigidez muy alta. No creo que haya en el mundo muchas experiencias de Fuerzas Armadas deliberativas. El tema tiene que tener un cauce distinto que no me animo a decir cuál es, pero estoy seguro que no debe ser una organización sindical tradicional.