La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires aprobó por unanimidad el proyecto del diputado Maximiliano Ferraro (CC/ARI) que modifica la Ley de Sangre, con la reformulación del cuestionario para donantes que ya no solicitará información respecto de identidad de género, orientación sexual o cualquier otro dato que resulte discriminatorio o invasivo de la intimidad de las personas. Se trata de la primera iniciativa en el país dispuesta por ley.

El artículo 3, inciso D, de la Ley de Sangre (Nº 3328) de la Ciudad, quedó redactado de la siguiente manera: “Los donantes de sangre tienen derecho a ser asistidos de acuerdo con los procedimientos, normas y controles establecidos por la autoridad de aplicación. Al momento de donar no se requerirá información de los/las donantes respecto a su identidad de género, orientación sexual o cualquier información que resulte discriminatoria”.

El proyecto contó con el acompañamiento de todos los bloques legislativos y el acuerdo del Gobierno de la Ciudad, que a través del Ministerio de Salud redactará el nuevo formulario que cada donante deberá completar. Asimismo establece que la autoridad de aplicación tendrá 180 días improrrogables para reglamentar la ley y será la responsable de redactar el formulario (anamnesis) de acuerdo con la norma aprobada.

“Hoy, luego de un año y medio de un trabajo silencioso y sin pausa -expresó Ferraro en el recinto- vamos a estar votando la modificación a la Ley de Sangre que elimina todo tipo de discriminación por orientación sexual y que va también en sintonía de ampliar derechos como se viene realizando en la Argentina, que en su momento fue la Ley de Matromonio igualitario, luego la Ley de Identidad de Género”.

El legislador agregó que “todos saben que el formulario de pre-donación que se aplica en la Argentina, en hospitales públicos de la Ciudad de Buenos Aires, como se aplica en los hospitales del resto del país, ha sido una fuente de reclamo y de debate desde hace muchos años por parte de las organizaciones de DD.HH., las organizaciones de diversidad sexual y de muchas universidades publicas y privadas. Sabemos que también cuenta con media sanción en la Cámara de Diputados de la Nación y que estamos esperando la media sanción en el Senado pero creíamos muy importante que en la Ciudad podamos avanzar en esta ampliación de derechos”.

En los fundamentos de la iniciativa, Ferraro expresa que “el cuestionario de pre-donación de sangre vigente en la Argentina, que se aplica en los hospitales públicos de la Ciudad, ha sido fuente de reclamos y debate desde hace ya más de una década. Organizaciones de derechos humanos, docentes e investigadores de universidades públicas y privadas, diputados y senadores del ámbito local y nacional, han señalado su carácter discriminatorio. En términos generales, se subraya la prohibición del grupo de ‘hombres que tiene sexo con hombres’, tal como aparece en el Inc. H.19., 2. c) de la Resolución 865/2006 del Ministerio de Salud y Ambiente de la Nación (BO Nº 30935 del 28/06/2006), como una forma de promoción y fortalecimiento de la estigmatización de homosexuales y bisexuales varones en el país”.

“Realizar juicios de valor sobre la calidad de la sangre de las personas sólo por el hecho de pertenecer a cierta minoría o realizar ciertas actividades es no sólo un determinismo y una violación al principio de no discriminación sino que también implica vulnerar sus derechos a la autonomía personal, a la dignidad, el respeto a la libertad, a la intimidad, a la privacidad y a la protección de las conductas autorreferentes de disposición del propio cuerpo, comprendidos todos en el artículo 19 de la Constitución Nacional, en al artículo 11 de la Convención Americana, en el artículo 17 del Pacto de Derechos Civiles y Políticos y en el artículo 12 de la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.”

Las actuales restricciones en el formulario “se basan -explica Ferraro en los fundamentos- en la existencia de ‘grupos de riesgo’”. Según la Defensoría del Pueblo de la Ciudad “no hay razones suficientes que permitan mantener la restricción de donar sangre por parte de quienes hayan tenido sexo entre hombres por esta sola razón. No es el hecho-agrega la resolución de la Defensoría- de tener sexo entre hombres o ser homosexual lo que debería impedir la donación, sino que lo que debería tenerse en consideración es la práctica sexual no segura”.

La Mesa Nacional por la Igualdad, a través de su secretaria General, la diputada porteña María Rachid, celebró los cambios propuestos por la iniciativa de Maximiliano Ferraro, Claudio Presman y Antonio Campos, levantando una de las reivindicaciones históricas de las organizaciones LGBT en nuestro país.

En torno a las modificaciones aprobadas, María Rachid, expresó: “Celebramos la aprobación de estas modificaciones que no sólo van a garantizar la posibilidad de donar sangre a la comunidad LGBT de la Ciudad, sino también nos permite seguir construyendo una sociedad más justa e igualitaria para todos y todas. Esto se suma a las conquistas legislativas en materia de igualdad jurídica como fueron el matrimonio igualitario y la ley de identidad de género, y es un paso más para seguir avanzando en materia de igualdad real”. Y concluyó: “Es necesario que el ministro Manzur considere inmediatamente la necesidad de seguir el ejemplo de provincias como Neuquén, Santa Fe y ahora la Ciudad de Buenos Aires en esta materia para así terminar con uno de los últimos resquicios de discriminación en la normativa de nuestro país”.