Veinticuatro horas después de que el Senado abortara por el momento el ascenso de César Milani como nuevo jefe del Ejército, la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, salió a defender la designación y fustigó la actuación de la oposición en el Congreso.

“Quienes nos habían criticado por la defensa de los Derechos Humanos se han convertido en el principal ariete de esta designación. Lo más tragicómico es que quienes se sentaron en una banca y sancionaron las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, nos acusan hoy a nosotros”, disparó la jefa de Estado.

En el marco de un acto en Casa de Gobierno en el que anunció la reglamentación de la ley de Fertilización Asistida, Cristina recordó que “durante más de diez años nos acusaron en ríos de tinta con editoriales diciendo que nuestra lucha por los Derechos Humanos era de venganza, de revanchismo, que queríamos destruir a las Fuerzas Armadas”.

“Se nos acusaba por llevar adelante una política de memoria, verdad y justicia que seguimos sosteniendo en nombre de los 40 millones de argentinos”, continuó, y señaló que “quienes nos criticaron durante diez años hoy parecen defensores de los Derechos Humanos”.

La presidenta justificó su decisión de postergar hasta fin de año el tratamiento de los pliegos para las tres Fuerzas Armadas y el Estado Mayor Conjunto al sostener que “hay cosas que hay que dejar de lado en la campaña electoral”.

“Yo vivo en un Estado de Derecho, no voy a aceptar ningún linchamiento mediático. Yo no voy a ser títere de nadie”, lanzó.

En tanto, Cristina precisó que desde 2003 hay 1.053 procesados por delitos de lesa humanidad, de los que 559 fueron elevados a juicio oral. Además, detalló que 475 personas fueron “juzgadas en el marco de la Constitución con los jueces naturales y en el marco del debido proceso”, y que de éstas 430 fueron condenadas y 45, absueltas. “Hemos transformado el Estado de impunidad en un Estado de Derecho”, concluyó.