La presidenta votó poco después de las 11 de la mañana y resaltó la normalidad del desarrollo de las elecciones. Minimizó las versiones sobre posibles fraudes.
Bien temprano como casi todos los políticos, votó la presidenta de la Nación este domingo. Lo hizo en la mesa 525 del Colegio Nuestra Señora de Fátima, de Río Gallegos, donde Cristina Fernández de Kirchner se prestó al diálogo con la prensa.
La mandataria elogió la experiencia de las PASO, a las que definió como “un salto cualitativo importantísimo”, y recordó que “este año cumplimos 30 años de democracia”, destacando que ella tiene 60 y que “todos los que tienen de 30 años para abajo deben sentirse muy tranquilos y seguros de estar en democracia”.
Cristina destacó la “normalidad” del desarrollo electoral, a partir de lo que había hablado con el ministro Florencio Randazzo y contrapuso ese dato contra “lo que indicaban algunas voces agoreras que decían que iba a haber demoras, todo lo contrario, todo va muy bien”.
La presidenta emitió su voto a las 11.20 y minimizó las advertencias sobre posibles fraude, que se hacen -dijo-, “desde que Néstor era intendente, desde hace décadas”.
“Vengo escuchando denuncias de fraude desde hace décadas, pero todas las que se hicieron quedan absolutamente en nada. Esta es la parte más fea de la política, acá hay que ganar con propuestas”, sostuvo.
La presidenta recibió preguntas familiares y en ese sentido habló de su niego Néstor Iván, al que definió como “divino y patagónico, porque le gusta el frío. Llegó conmigo, lo traje yo”. Sobre el resto de su día, contó que “ahora vuelvo a casa, después voy a la casa de Máximo y parto a Buenos Aires”.
