El diputado Enrique Vaquié indicó que esta discriminación se debe al régimen de subsidios y al “manejo discrecional” del Presupuesto por parte de la Casa Rosada.
El legislador mendocino Enrique Vaquié se quejó por la vigencia de “un régimen de subsidios que distorsiona las señales que da a los usuarios respecto de los niveles de consumo posibles y que, al estar concentrados fundamentalmente en Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Conurbano Bonaerense, discrimina a los residentes del interior del país”.
“En Argentina, la última estadística de la Secretaría de Energía de la Nación indica que los 12,5 millones de usuarios residenciales consumen 35 millones de Mw. Sin embargo, ese consumo tiene enormes disparidades: los usuarios residenciales de CABA y Conurbano consumen un promedio de 3,46 Mw mientras un usuario residencial de Mendoza consume 2,7 Mw, un cordobés 2,26 Mw”, indicó el legislador de la UCR.
Vaquié indicó que “esa distorsión en el consumo puede obedecer a factores como el nivel de tecnificación de los hogares, pero el factor principal está dado por la enorme diferencia tarifaria en el costo del Mw y de los cargos fijos”. “Como ejemplo, los 450 mil usuarios del servicio eléctrico de Mendoza gastan en promedio por año (con el actual nivel de tarifas e impuestos) aproximadamente 1.000 pesos más por usuario que los residentes en Ciudad Autónoma y el conurbano bonaerense”, explicó.
El diputado señaló como origen de esta situación al “manejo discrecional del Presupuesto Nacional que hace el Poder Ejecutivo con herramientas como superpoderes y facultades delegadas, la posibilidad de modificar el Presupuesto a voluntad evitando la actuación y el control del Congreso al que la Constitución Nacional define como el órgano natural de la política presupuestaria”.
El exministro de Hacienda de Mendoza recordó que “en 2012 el Poder Ejecutivo destinó como subsidios económicos la suma de 99.447 millones de pesos (equivalente a 4,6 por ciento del Producto Bruto) de los cuales 96.860 pesos se utilizaron para subsidiar el consumo de energía, el transporte y las empresas del estado. Este gasto se concentra básicamente en el Conurbano Bonaerense y Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.
“Esta costumbre de legislar sin el Congreso amparados en la emergencia económica que lleva once años es la que permite todos los desatinos y nos da argumentos suficientes para mostrar a los ciudadanos la necesidad de cambiar las mayorías parlamentarias e impedir que nuestro dinero se dirijan donde no queremos ni hace falta”, concluyó Vaquié.
