“La Argentina necesita un ministro de Economía”, disparó el vicepresidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda. Vaquié alertó sobre los riesgos de la decisión presidencial.
Legisladores radicales aclararon que desde ese bloque no van a poner “palos en la rueda para abrir un nuevo canje de deuda”, pero “la presidente de la Nación debe entender que nuestro país necesita un ministro de Economía”. Así lo expresó el jujeño Miguel Giubergia, para quien la decisión de reabrir el canje “es, como mínimo, tardía”.
El vicepresidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda advirtió que “esta nueva instancia necesita de personas idóneas para la negociación y no creo que Hernán Lorenzino pueda llevar a buen puerto ningún tipo de canje”.
“Si se convoca a las mismas personas que ya fracasaron al llevar adelante un objetivo, obviamente, van a fracasar otra vez”, señaló, en clara alusión al gabinete económico del gobierno nacional. En ese sentido, Giubergia rescató la decisión de la presidenta de girar al Congreso la propuesta: “es un gran gesto del gobierno llamarnos cada vez que nos necesita. Sería mucho mejor que también los funcionarios concurran al Poder Legislativo cada vez que nosotros lo solicitamos, por ejemplo, para informar el porqué del uso de un Decreto de Necesidad y Urgencia para modificar el Presupuesto Nacional, incrementando el gasto en miles de millones de pesos”.
El diputado nacional y economista Enrique Vaquié (UCR-Mendoza) sostuvo que “la medida, sobre todo por su carácter puramente reactivo, involucra una serie de riesgos. Como resulta obvio que la decisión busca volver abstracta la sentencia recientemente dictada, podría generar como contra reacción que la CdA decida levantar la cautelar que impide el cumplimiento de la sentencia hasta tanto la CSJ se expida. En caso de ocurrir esto, el impacto negativo de la sentencia se anticiparía. Vale recordar que los próximos pagos atacables son intereses de Discount a fin de septiembre y global 17 en octubre”.
“Si la denominada Ley Cerrojo es derogada de modo permanente, en oposición a su derogación transitoria en oportunidad del canje de 2010, daría una señal de voluntad de pago hasta ahora no presente. Esa ley ya cumplió su objetivo en 2005 y ahora lo único que hace es señalar falta de voluntad para resolver este problema de una vez y para siempre”, afirmó.
Los bonistas que aceptaron las propuestas de pago que realizó la Argentina en 2005 y 2010 pueden entrar en default, con la consecuente pérdida de reputación para el país, ya que hay fondos que por su estatuto se encuentran inhibidos de mantener en sus carteras bonos de una legislación como la Argentina. “La elección de la legislación Buenos Aires de los bonos ofrecidos, si bien se entiende por cuestiones de simplicidad y rapidez, implica riesgos ya que una proporción no menor de tenedores no estaría habilitada para incorporar estos instrumentos a sus carteras”, explicó Vaquié.
Además, como el fallo de la CdA dispone que las terceras partes involucradas en el proceso se encuentran alcanzadas para facilitar el cumplimiento de la sentencia, “resulta probable que algunos fondos decidan no participar de una transacción como esta ya que lo que busca es obstaculizar el cumplimiento de dicho fallo, y por ende, correría el riesgo de quedar en rebeldía con la justicia de la jurisdicción donde operan”.
El economista, recordó además que “el riesgo de embargo tanto en la etapa de implementación del canje como al momento de anular los bonos en Nueva York es muy elevado, con lo cual el problema podría agravarse en vez de solucionarse”.
Por su parte, el chaqueño Hugo Maldonado criticó porque “por su impericia y negligencia el gobierno expone al país a mayores riesgos y perjuicios, los que en su momento pudieron evitarse”. El presidente de la Comisión de Economía de la Cámara de Diputados de la Nación dijo que “el Gobierno reabre el canje de deuda con los bonistas acreedores del país, a quienes había advertido ente los estrados judiciales no pagarles un dólar. Y ahora resulta una reacción tardía, precaria y forzada por la justicia norteamericana, con un final incierto para nuestro país”.
Maldonado sostiene que “la reapertura del canje debió hacerse antes del fallo, como una propuesta seria, durante el proceso judicial. La adhesión de los bonistas acreedores será ahora mucho más difícil luego de resultar favorecidos por la justicia de los Estados Unidos. Vamos detrás de los acontecimientos, como todo aquello que es consecuencia de la imprevisión. ¿No es una desmesura decir que quedamos pendientes de la mano de Dios en cuestiones financieras internacionales?”.
