La diputada nacional Patricia De Ferrari repudió la represión que sufrieron los manifestantes que se reunieron afuera de la Legislatura de la provincia de Neuquén y que se mostraban contrarios a la aprobación del acuerdo entre YPF y Chevron por la explotación de Vaca Muerta.

“Se le cayó la careta al Gobierno nacional: hablan de la defensa de los derechos fundamentales de los seres humanos y arremeten contra un sector que, legalmente, deben consultar para poder cerrar el acuerdo con Chevron. Los pueblos originarios de la provincia no fueron consultados, justamente porque no están de acuerdo y eso les paralizaría el único caballito de batalla de YPF”, aseguró De Ferrari.

Remarcó que en junio miembros de la comunidad mapuche Lof Towun Kupalmeo Maliqueo estuvieron realizando un acampe en el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) y que en ese momento ellos denunciaron que las trabas que el Ejecutivo Nacional estaban poniendo para reconocerles su personería jurídica estaba relacionada con las inversiones de esta empresa.

“Seguimos sosteniendo lo mismo: el problema principal con los pueblos preexistentes son territoriales, porque el Estado o el sector privado tienen interés en la explotación económica y eso colisiona con los conceptos culturales de esas comunidades”, dijo De Ferrari, y resaltó: “No se puede, bajo ninguna circunstancia, tomar la represión como una manera de apaciguar el conflicto. El abuso de poder por parte del Estado es grave, inadmisible y peligroso”.