El responsable de la AFIP, Ricardo Echegaray, defendió este martes sin dificultades el proyecto del Poder Ejecutivo que modifica la Ley del Impuesto a las Ganancias para financiar lo que el Estado dejará de percibir con la suba del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias.

Ubicado entre el presidente de la Cámara baja, Julián Domínguez, y el titular de la Comisión de Presupuesto, Roberto Feletti (FpV), Echegaray intentó esquivar los planteos de la oposición acerca de una otras reformas en materia tributaria.

El titular del ente recaudador reiteró que la iniciativa crea un impuesto del 15 por ciento a la compraventa de acciones de empresas que no cotizan en bolsa y grava en un 10 por ciento los dividendos de las empresas.

Precisó que, de no implementar el impuesto a la transferencia de empresas, se perderían alrededor de 670 millones de pesos al año, mientras que si no se gravan los dividendos, el estado dejaría de percibir cerca de 1400 millones.

Por otra parte, explicó que el Gobierno, tras el diálogo que inició con distintos sectores empresariales y gremiales, descartó gravar los ahorros en pesos a través de los depósitos en plazos fijos: “Todos sabemos qué pasó el día que los argentinos retiraron el dinero que tenían depositado en los bancos”, recordó.

A la vez, indicó que no se decidió gravar las acciones de sociedades comerciales que cotizan en bolsa porque “sería contraproducente” y “le quitaríamos al ahorrista una forma de canalizar sus inversiones”.

Ante las dudas de la oposición sobre lo que recauda hoy el Estado por impuesto a las Ganancias, detalló que son 54 mil millones de pesos previstos en la ley de Presupuesto, pero que variaron en función de las paritarias y los aumentos salariales.