Sólo había 103 diputados presentes, por lo que la sesión especial volvió a fracasar. Mario Negri denunció una “estrategia obstruccionista” del oficialismo.
La oposición volvió a fracasar, por tercera vez consecutiva, en su intento de debatir en el recinto los proyectos de ley para establecer una suba del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias y evitar suspensiones y despidos.
En el recinto hubo 103 presentes, lejos de los 129 necesarios para el quórum, aunque la oposición logró reunir 27 hombres más que el miércoles pasado.
El jefe del bloque radical, Mario Negri, arguyó que “el oficialismo ha vuelto a hacer abuso del pedido de sesiones especiales en vez de tratar los temas que corresponden en sesiones ordinarias”, y consideró que “eso obedece a una estrategia obstruccionista, evasiva y de fuga para no discutir los temas centrales para la sociedad argentina”.
“Apuestan a la idea del cansancio”, dijo, y reconoció: “Sabemos que no tenemos el número suficiente para que haya sesión, pero lo hacemos como una manifestación de resistencia permanente al abuso del oficialismo para llevarnos a la rastra a discutir sólo lo que ellos quieren”.
En tanto, Elisa Carrió (CC-ARI) opinó que “hay un objetivo muy claro” por parte del kirchnerismo, que es “quebrar a las clases medias, de salarios fijos y jubilados, como medio de venganza porque no le han dado el voto”. “Los jubilados que están financiando esta fiesta ya no pueden más”, sentenció.
Por el Frente de Izquierda, Pablo López repitió que “el salario no es ganancia”. “Los trabajadores no pueden seguir pagando este impuesto porque ya ha llevado a que una parte importante esté pagando lo mismo que las grandes patronales”. “Los padecimientos de los trabajadores no son discutidos en este Congreso”, abundó Nicolás del Caño.
Claudio Lozano (Unidad Popular) denunció que el impuesto a las Ganancias es “un verdadero engendro, por eso necesita una reforma de carácter integral”, y llamó a la oposición a intentar consensuar una sola propuesta para llevar al recinto.
