Ante la presencia de sus familiares, se aprobó la colocación de una placa en el sur de la Ciudad en reconocimiento al ex militante del Partido Obrero asesinado en 2010. Además, la Legislatura adhirió al homenaje a las víctimas de la AMIA.
La Legislatura porteña dio el visto bueno a la colocación de una placa en el barrio de Barracas en reconocimiento al ex militante del PO Mariano Ferreyra que fue asesinado el 20 de octubre de 2010 por una patota sindical.
El homenaje será ubicado en la esquina de Pedro Luján y Perdriel, en el barrio porteño de Barracas en cercanías a las vías del tren Roca, donde Mariano se encontraba participando de una manifestación junto a empleados tercerizados de esa línea ferroviaria que reclamaban el pase a planta permanente.
En el expediente presentado por su hermano y actual legislador de Izquierda Popular, Pablo Ferreyra, se indica que durante ese corte de vías y en el medio de la protesta, Mariano “fue asesinado por una patota que respondía a José Pedraza y a otros miembros de la dirigencia sindical de la Unión Ferroviaria que, con la complicidad de funcionarios de la Policía Federal Argentina, atacó al grupo de manifestantes con armas de fuego con el objetivo de aleccionar a los tercerizados”.
La placa tendrá la siguiente inscripción: “En Homenaje a Mariano Ferreyra. Militante del Partido Obrero. Asesinado por luchar contra la tercerización y la dignidad de los trabajadores. Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.
En la iniciativa se argumenta que “la asignación de nombres determinados a diversos espacios públicos tiene como fin perpetuar en la memoria de una sociedad un hecho o una figura cuyo recuerdo resulta de importancia en tanto que expresan valores que siempre debemos tener presentes”.
El legislador de Izquierda Popular Pablo Ferreyra pidió la palabra y expresó que “ en la semana de su cumpleaños me parecía merecido homenajear ya que, también, están presentes mi hermana y mi madre”.
A su vez, marcó que “sigue pendiente la discusión por la tercerización y la vulneración de los trabajadores en nuestro país”.
Más tarde, el Parlamento porteño aprobó una adhesión al homenaje a las víctimas del atentado a la sede de la AMIA, al cumplirse 20 años del mismo. El 18 de julio de 1994, en el marco de un atentado, un coche bomba explotó frente a la Asociación Mutual Israelita Argentina dejando un saldo de 85 personas muertas y 300 heridas.
