El Gobierno nacional anunció el otorgamiento de créditos a 5 años para la compra de autos -28 modelos de distintas marcas-, para clientes del Banco Nación, a un interés del 17% y 19%, y para los que no lo sean, la suscripción a sola firma.

El impulso acompañado de aplausos patrióticos en un contexto mundialista, anuncia reactivar el estancamiento de la industria automotriz, lo cual reafirma los últimos rumores de suspensiones de trabajadores y los posibles cierres de empresas fabricantes del rubro.

Lo cierto es que “a bolsillo flaco no hay esperanza que comprar ni sueños que realizar”; las formas hacen a la incertidumbre, y que exista la urgente necesidad de crear una seudo- lealtad “patriótica” y atarse a cuotas blandas, sólo conduce a la incertidumbre, en tiempos de compromisos internacionales, y difícilmente logre convencer a los propios leales al Gobierno.

El modelo se verá desgastado a consecuencia del acuerdo que logre con la mediación en EE.UU., y en cuanto a la realidad de la economía, estará atada al compromiso que resulte con los holdout, sumado al efecto inflacionario, al cambiario, las pujas entre quién tomará las decisiones económicas de ajustes, las candidaturas presidencialistas, y las causas de corrupción que a ritmo de cancha se acoplen a ello.

Por lo pronto, seguir mirando el torneo mundialista es la mejor sugerencia a corto plazo y menor gasto. Al parecer es la mejor apuesta, sólo conlleva a ejercitar “la lealtad patriótica”, lo cual nos compromete a la simple y fanática incertidumbre de si la Selección Argentina conseguirá llegar a la Final adjudicándose la tan ansiada y soñada Copa del Mundo.