La presidenta de la Comisión de Defensa del Consumidor, del Usuario y de la Competencia, Patricia De Ferrari (UCR-Córdoba), manifestó su “enorme preocupación” frente a los proyectos enviados por el PEN al Congreso para modificar las leyes de abastecimiento y del consumidor.

“La presidenta dice querer defender a los consumidores, pero demostró que su interés es claramente otro. Hace meses vienen intentando insertar las sanciones y multas de la Ley de Abastecimiento en la Ley de Defensa del Consumidor, pero ahora, demuestran abiertamente su interés al desempolvar la Ley de Abastecimiento”, dijo la legisladora.

Agregó que “es cada vez más evidente que el kirchnerismo en retirada es puro autoritarismo, pues no se sonrojan ni les tiembla el pulso para que sea la misma presidenta la que impulsa una nueva ley de abastecimiento, eso sí, con un título más amistoso”.

“Desde hace meses en la comisión que presido el kirchnerismo trata de instalar y aprobar versiones similares de estos proyectos”, recordó De Ferrari, quien precisó que estos proyectos fueron enviados por el PEN “al ver que no accedemos a negociar de esta manera los derechos de los consumidores, ni a mentir, pues en verdad ninguna iniciativa se enfoca en defender realmente a las personas, sino en darle más poder al Estado y hacerlo más fuerte para castigar con más dureza, desde el Estado mismo”.

La diputada añadió que “a diario los argentinos estamos sumidos en problemas crecientes: inflación, pérdida de fuentes de trabajo, cada día más inestabilidad, pobreza, inseguridad y crisis social en aumento. Todo esto nos afecta en tanto ciudadanos, en tanto usuarios y consumidores. En este escenario, tenemos un gobierno que dice asumir la defensa de los consumidores como excusa para impulsar leyes que sólo quieren darle más poder a los funcionarios de turno, intentan crear instancias que ya existen, y hablan de incumplimientos que, paradójicamente, muchas veces son hechos desde el mismo Estado”, aseguró

“Seguimos sin tener políticas antiinflacionarias, ni un plan en serio para mejorar la calidad y cantidad de empleo, mientras la mente y la acción del gobierno que se dice progresista, van por otro lado, viven en su mundo paralelo y sólo impulsan lo que les interesa: seguir dándole más y más fuertes látigos al Estado”, concluyó De Ferrari.