Con la oposición en contra, el kirchnerismo consiguió firmar el despacho al finalizar la reunión de comisión para darle media sanción el 8 de octubre. Hubo críticas a los superpoderes y un fuerte cruce por la estatización de Aerolíneas Argentinas.
En una postal idéntica a la de los últimos años, el Frente para la Victoria hizo valer su mayoría para firmar en soledad el dictamen favorable sobre el proyecto de Presupuesto 2015, el último de la gestión de Cristina Kirchner, con el objetivo de darle media sanción la semana que viene.
La Comisión de Presupuesto, a cargo del kirchnerista Roberto Feletti, despachó la propuesta oficial sobre estimaciones de recursos y gastos para el año próximo tras una reunión de dos horas, en la que la oposición reiteró el rechazo manifestado desde que se dieron a conocer las cifras del proyecto.
Los bloques disidentes no solo mostraron desconfianza por las previsiones macroeconómicas, sino que además cuestionaron la vigencia de los superpoderes que le permiten al Ejecutivo reasignar partidas, sin pasar por el Congreso.
“El Presupuesto puede ser modificado sin ningún tipo de límite”, se quejó el macrista Federico Sturzenegger, quien explicó que el dictamen de rechazo de su bloque se funda en la necesidad de “devolverle al Congreso la potestad de decidir en qué se van a gastar los excedentes de recaudación”.
Por su parte, la UCR insistió en exigir la presencia de funcionarios del Ejecutivo, como el titular del Banco Central, Juan Carlos Fábrega, y la secretaria de Energía, Mariana Matranga, a pesar de que la semana pasada cuatro secretarios de Gobierno expusieron sobre el Presupuesto.
Por eso Feletti –quien buscó rebatir uno a uno los argumentos opositores- rechazó el pedido del bloque radical. “A lo largo de este año, numerosos funcionarios han venido a esta comisión y han explicado distintas políticas”, recordó el kirchnerista.
Y agregó: “Cada mes salteado viene el jefe del Gabinete (a brindar su informe de gestión) y hay 500 o 600 preguntas de la oposición. No es real que nosotros no informamos”.
En tanto, Miguel Bazze advirtió sobre los “reclamos de las provincias que no están considerados en el Presupuesto”, entre los que pidió saber “cuánto hay destinado a las obras hidráulicas en la provincia de Buenos Aires para atender las inundaciones”.
La socialista Alicia Ciciliani consideró una “cuenta pendiente” terminar con la detracción del 15 por ciento de la masa coparticipable para financiar a la Anses por sus efectos sobre su provincia, Santa Fe. También pidió la coparticipación del impuesto a los créditos y débitos bancarios, más conocido como “impuesto al cheque”.
Martín Lousteau (Suma+UNEN) advirtió que “a las 762 obras previstas apenas se le adjudica presupuesto”, al detallar que de ese total, “ a 275 se les asigna solamente el 1 por ciento del costo total previsto para la obra”, por lo que alertó sobre los “compromisos que se le deja al próximo gobierno”.
Feletti negó que esto implique una “carga excesiva” para la gestión que suceda a la de Cristina Kirchner y aclaró que de lo contrario se intentaría “dotar al Presupuesto de una rigidez tal que ningún gobierno pueda administrar un proceso de planeamiento”. “Es técnica presupuestaria pura”, resumió.
Por el bloque Unidad Popular, Claudio Lozano dijo sentirse “parte de un simulacro, no de un tratamiento en serio” y adelantó que presentará su propuesta alternativa de Presupuesto, tal como suele hacer cada año.
Al finalizar la reunión, Feletti informó sobre dos cambios introducidos al proyecto –uno relativo a avales para la compra de aviones y otro a obras en Formosa-, y anticipó que el texto sufriría más modificaciones en el recinto, el próximo miércoles 8 de octubre.
Los números del Presupuesto
El Presupuesto para el año próximo prevé una inflación de 15,6 por ciento y un dólar a 9,45 pesos, además de un crecimiento del 2,8 por ciento, con crecimientos tanto del consumo como de la inversión. Según las estimaciones oficiales, habrá un superávit comercial de 9.197 millones de dólares.
La recaudación tributaria sería en 2015 un 28,1 por ciento superior a la estimada para este año, ya que sería de casi un millón 500 mil millones de pesos. De ese total, el 22,4 por ciento corresponde a impuesto a las Ganancias; el 27,7 por ciento al IVA y el 25,4 por ciento a los aportes de contribuciones de la seguridad social.
Otro 10,6 por ciento se deriva del comercio exterior y un 6,6 por ciento del denominado “impuesto al Cheque”, entre otros.
Más de la mitad de los gastos de la gestión de gobierno estarán destinados a servicios sociales: un 58,7 por ciento.
El resto se divide en “servicios económicos“ (21,9 por ciento), “administración gubernamental” (6,2 por ciento) y “servicios de defensa y seguridad” (5,5 por ciento). Pero además, un 7,7 por ciento de los gastos estará dirigido a solventar la deuda pública.
El Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social es, por lejos, el que más partidas recibirá: un 36,5 por ciento.
Le siguen Planificación Federal (12,2 por ciento), Desarrollo Social (5,5 por ciento) y Educación (4,8 por ciento), entre las certeras con más presupuesto.
