La sesión del Senado bonaerense prevista para este jueves iba a ser un trámite administrativo, ya que sólo se aprobarían algunos pliegos que esperan en comisión para avanzar en nombramientos de cargos en el Poder Judicial. Sin embargo, la suspensión de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Acuerdos que preside el camporista Santiago Carreras citada para el pasado miércoles, dio indicios que armar la sesión no iba a ser un mero trámite administrativo.

En rigor, la gran mayoría de los senadores, sin distinción de bloques políticos, están decididos a aplicar “un correctivo” al senador provincial del bloque del PJ-Néstor Kirchner, Mario Ishii, luego del manto de sospecha que sembró sobre el trámite de sanción del Presupuesto General de Gastos y Recursos, así como también por los disturbios ocurridos tras su exposición.

Lo concreto es que ante la “no reunión” de la Comisión de ACA, donde efectivamente está en tratamiento la cuestión de privilegio solicitada en la última sesión, el otro camino que se abre es un artículo del reglamento interno que establece que “cuando un Senador incurre en falta, la Cámara a incitación del presidente o a petición de cualquier otro miembro, se pronunciará acerca de si la imputación puede considerarse desorden de conducta que constituya falta grave”.

Y precisamente esta posibilidad es la que fue reclamada por los bloques opositores a la hora de definir la sesión, a lo que el presidente del Cuerpo Gabriel Mariotto se negó.

“Cuando otros senadores se pronunciaron de manera impropia” dijo Mariotto “esperé que los mecanismos institucionales se pronuncien para luego actuar, con este caso lo mismo, no va a ser el presidente del cuerpo quien acuse a ningún senador, que se expidan los órganos que corresponde” afirmpo, al tiempo que aclaró que “yo no defiendo a Ishii”.

Así, los senadores de la provincia de Buenos Aires estarían cerrando el período ordinario de sesión en gran desencuentro y con muchos signos de interrogación sobre el devenir del alto cuerpo. Porque hay que aclarar que el descontento por la decisión de levantar la sesión de este jueves por parte del titular del cuerpo, dividió el bloque del propio oficialismo, el del FpV-PJ, que conduce la senadora peronista Cristina Fioramonti.