Consultado sobre las especulaciones que existen alrededor de los sucesos ocurridos con el fiscal Nisman y su fallecimiento, el diputado Carlos Heller expresó su deseo de que “ojalá todo esto sea público lo antes posible. Es decir, nosotros no podemos querer otra cosa que el esclarecimiento. Porque sea lo que sea que pasó, acá ahora hay un muerto más, y es razonable que todos queramos que se conozca la verdad hasta sus últimas consecuencias”.

Agregó que “la muerte del fiscal Nisman se dio en circunstancias que se están investigando y que hasta ahora nadie puede decir con claridad y en forma definitiva que es lo que pasó. Hay evidentemente una cantidad de indicios, pero no hay aún respuestas oficiales, y para que no nos convirtamos todos en detectives, lo mejor que podemos hacer es esperar que las pericias, la policía científica, la fiscal que interviene, el juez, etc., vayan completando todo el proceso pericial y tengamos información más firme sobre lo que pasó”.

En el diálogo que mantuvo con AM750, Heller sostuvo que “sucedieron algunas cosas que sin duda modifican el escenario que había la semana pasada, donde un fiscal que de manera abrupta interrumpió un viaje, viene y presenta una denuncia que involucra a la presidenta de la Nación, al canciller, a un diputado y a otra serie de personas, imputándoles una supuesta complicidad para encubrir a los supuestos responsables del atentado a la AMIA, basado en el acuerdo que se firmó en un momento dado y que nunca entró en vigencia porque el Parlamento iraní nunca lo ratificó”.

“Sumado a esto, salió el juez Canicoba Corral y diciendo -palabras más, palabras menos- que estas escuchas, si existen, no están autorizadas, que está analizando si no se cometió algún delito y que si se cometió alguno, haría la denuncia correspondiente”. Agregó que “luego apareció el ex director de Interpol Ronald Noble, diciendo que no es cierto que Argentina intentó levantar las alertas rojas, al contrario, el canciller cada vez que tuvo la oportunidad, incluso de forma escrita, ha pedido que todo esto se mantenga”.

Heller continuó diciendo que “lo que aparecía como un show montado para que el fiscal fuera el lunes al Congreso y en una reunión en la que se suponía inicialmente que sólo iban a ir los diputados opositores y que iba a ser secreta, se dijeran una cantidad de cosas que luego serían explicadas al público por algunos legisladores, se convirtió en una reunión donde el oficialismo dice: Nosotros vamos a ir y no sólo vamos a ir, sino que queremos que sea pública. Y no sólo queremos que sea pública, sino que queremos que se televise en directo para que toda la Nación conozca en detalle qué es lo que está pasando”.

“También sucedió que la presidenta dio instrucciones al secretario de Inteligencia para que levante las restricciones respecto del acceso a la información, conversaciones telefónicas, datos, etc. existentes, de manera que se cuente con toda la transparencia del caso”, puntualizó.

Según Heller, “aquel escenario original, pensado en una denuncia y en la supuesta actitud del Gobierno argentino, aparece una situación altamente desautorizante de la denuncia. Nos falta decir que Servini de Cubría dice: No veo pruebas, no veo nada, no encuentro urgencia, no veo por qué voy a habilitar la feria. Es decir, si uno junta todos esos hechos se puede llegar a entender una fuerte situación de frustración o de angustia vinculado a lo que se pensaba que iba a ser de una manera y se rumbeaba de una manera totalmente diferente”.