Marcelo Sain sugirió estar atentos al colaborador de Alberto Nisman en la investigación de su muerte, y remarcó la fuerte vinculación del fiscal con la Secretaría de Inteligencia.
El diputado provincial bonaerense Marcelo Sain pidió “poner atención” en Diego Lagomarsino, el colaborador de Alberto Nisman que le entregó el arma con el que se produjo el disparo que mató al fiscal federal. “Todos ponen la vista en el suicidio, pero él es quien vio a Nisman dos veces el mismo día y la última persona que lo vio con vida”, apuntó el legislador de Nuevo Encuentro.
Sain calificó al fallecido fiscal de “empleado de la Secretaría de Inteligencia”, y en ese sentido sostuvo que toda su investigación de la causa AMIA la hizo “siguiendo los parámetros establecidos por la Secretaría de Inteligencia, a su vez en clara sintonía con lo que es el órgano rector que ha sido durante todos estos años, que es la CIA”, a la que le atribuyó “la famosa pista iraní”.
En diálogo con radio Continental, Sain señaló que el hombre que se ve recibiéndolo en el video de la llegada de Nisman al país desde España que circuló estos días, pertenece a los servicios de inteligencia. “No es inhabitual que un funcionario de la base de Inteligencia de Ezeiza reciba a una persona amiga, fíjate que lo saluda con un beso”, comentó.
Conocedor del tema por haber estado al frente de la Policía Aeroportuaria, Sain aclaró que la base operativa de la Secretaría de Inteligencia en Ezeiza “hace más protocolo que otra cosa”. Y con referencia al video que tomó la llegada de Nisman, que pareciera hacer un seguimiento del fiscal, lo atribuyó a que “están editadas. Hay muchísimas cámaras, después podés tomar el archivo y editarlas, y entonces mirás lo que puntualmente querés mirar”.
Respecto a Diego Lagomarsino, dijo que “tiene todo el aspecto de ser un operador de inteligencia; yo no me como la frutilla de que era un técnico informático que ganaba 40 mil pesos en un contrato de servicio en la fiscalía y que además era íntimo amigo de Nisman. El era una persona que operaba con la secretaría de Inteligencia y que estaba rodeado por personal de inteligencia. Ese tipo de tareas de tecnología informática y demás, a mí no se me ocurre que la pudiera hacer, en una causa tan complicada como la AMIA, un técnico que no estuviera vinculado al mundillo de inteligencia”.
Asimismo alertó sobre el juicio de encubrimiento de la causa AMIA, que se iniciará en los próximos meses y que a su juicio “es lo que mueve la estantería en toda esta crisis. Creo que es lo que desencadena en primer lugar la expulsión de toda esta gente de la Secretaría de Inteligencia, y en segundo lugar, la reacción de este grupo está íntimamente vinculada con las audiencias del juicio oral que se inician en junio de este año, donde allí se va a ver claramente por qué se encubrió, quién encubrió y a quién estaban encubriendo en el atentado a la AMIA”.
A juicio de Sain, “ahí vas a ver toda la trama: por qué se desvió toda la investigación, se monopolizó la investigación en torno de la pista iraní, se descartó la pista siria, que era la de la conexión local. Porque si ves la acusación que hace Nisman de los iraníes, puede ser más o menos sólida, pero la verdad que no hubo conexión local en esa hipótesis… bajaron de un plato volador, hicieron un atentado y se fueron a Irán. La verdad, medio agarrado de los pelos eso”.
En segundo lugar, apuntó a “ciertos apoyos logísticos que están en la Policía Federal. Todo se desvió y este desvío implicó funcionarios del gobierno menemista, funcionarios de inteligencia, operadores de inteligencia, y al mismo tiempo fiscales y al propio juez (Juan Carlos) Galeano. Y los policías que investigaron esto, el ‘Fino’ Palacios”.
