Por María Graciela de la Rosa. La senadora formoseña analiza el Programa de Estímulo al Pequeño Productor de Granos recientemente puesto en marcha por el Gobierno Nacional.
La decisión política de la Presidenta de la Nación, doctora Cristina Fernández de Kirchner, de consensuar con la Federación Agraria Argentina un tratamiento diferencial para los pequeños productores de granos, permitiendo una gradual y progresiva devolución de los derechos de exportación, marca un hito en las políticas para el agro argentino.
La Resolución 126/15 del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, creando el Programa de Estímulo al Pequeño Productor de Granos, es contundente. La segmentación de las retenciones para los productores de hasta 700 toneladas implica un beneficio directo para 46.121 productores: el 70 % del total de productores de soja, maíz, trigo y girasol, distribuidos a lo largo y ancho del territorio nacional.
Se menciona en la citada Resolución el contexto internacional de baja sostenida del precio de referencia de los principales granos, sus productos y subproductos, en un promedio cercano al 30 % en los últimos 12 meses, lo que repercute directamente en el ingreso generado por los productores, afectando principalmente la rentabilidad y sostenibilidad de los pequeños agricultores.
El reconocimiento y tratamiento diferencial al pequeño productor siempre ha sido política de este Gobierno Nacional: recordemos la reciente sanción y promulgación de la ley de Agricultura Familiar, única en América Latina en el reconocimiento del campesino y pequeño productor como sujeto de derecho y actor principal en la consecución de las políticas de soberanía alimentaria.
La intervención del Estado para equiparar derechos y reconocer al hombre y la mujer campesina tiene larga historia en mi provincia – Formosa-, donde la Agricultura Familiar está reconocida a través del Instituto PAIPPA desde 1996. Precisamente, hace unos días el Gobierno Provincial ha fijado el precio de referencia del algodón en bruto a ser pagado en las planchadas oficiales, con el objetivo de defender y recompensar el esfuerzo de los productores, evitando la especulación.
Por ello, el Programa de Estímulo al Pequeño Productor de Granos avanza en el consenso y reconocimiento de la multiplicidad y diversidad de actores e intereses del agro argentino.
