La oposición manifestó su apoyo a los ejes centrales del proyecto presidencial, a excepción de la izquierda. Kirchneristas pidieron modificaciones. Críticas al Gobierno por el crimen de Mariano Ferreyra y la masacre de Once.
El arco político manifestó su apoyo general al proyecto para reestatizar el servicio de ferrocarriles, en su primera jornada de debate en la Cámara de Diputados. Más allá de observaciones puntuales, el kirchnerismo, la UCR, el Frente Renovador, el Pro, el interbloque FAP y Unidad Popular respaldaron en líneas generales el espíritu de la propuesta presidencial, que declara de interés público nacional y como objetivo prioritario “la política de reactivación de los ferrocarriles de pasajeros y de cargas”.
La iniciativa fue defendida por la tropa oficialista, encabezada por la presidenta de la Comisión de Transportes, la randazzista María Eugenia Zamarreño, quien destacó como “premisa” que “el Estado puede gestionar de forma eficiente” el servicio, tras casi dos décadas de gestión privada.
“Durante los últimos 50 años no se compró un vagón y ahora estamos ante un plan que va a comprar 1.500 vagones de última tecnología”, subrayó el kirchnerista Carlos Heller (Nuevo Encuentro) a modo de defensa de la nueva política ferroviaria que impulsa el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo.
En línea con la anulación de concesiones que se produjo tras la tragedia de Once, en febrero de 2012, el proyecto propone que el Estado recupere el control de la red ferroviaria, para lo cual establece la creación de la empresa pública Ferrocarriles Argentinos Sociedad del Estado.
La propuesta será defendida por Randazzo el martes que viene a las 13. Ese día la oposición interrogará al funcionario y el oficialismo buscaría la firma del dictamen correspondiente.
Asimismo se convocó para este jueves a las 13 a un grupo de especialistas para que brinden su opinión sobre el tema. La lista de invitados aún no se conoce, pero el Frente de Izquierda anticipó la presencia de Rubén “Pollo” Sobrero, sindicalista ferroviario de la línea Sarmiento.
La opinión de la oposición
En nombre de sus respectivos partidos, Miguel Ángel Giubergia (UCR), Federico Sturzenegger (Unión Pro), Felipe Solá (Frente Renovador), Claudio Lozano (Unidad Popular) y Margarita Stolbizer (GEN) dijeron tener una visión favorable de la propuesta general del proyecto.
No obstante, se plantearon duras críticas al Ejecutivo por eludir el estado del servicio entre 2003 y 2012, cuando comenzaron las reformas tras la tragedia en la estación Once de la línea Sarmiento. Claudio Lozano, por ejemplo, acusó al Gobierno de tener una “memoria selectiva” por no hacer “referencia” a la muerte de Mariano Ferreyra en manos de una patota sindical, a la masacre de Once y al “fracaso” del Tren de los Pueblos Libres, del soterramiento del Sarmiento y del “tren bala” a Rosario.
El jefe de Unidad Popular también consideró que el proyecto es “sumamente débil en lo que hace al embate a los actuales concesionarios, amén de que deja la puerta abierta a futuras concesiones o participaciones del capital privado”. En particular, aseguró que es un “disparate” permitir que el sector privado pueda hacerse cargo del control del tránsito ferroviario.
“No hay diagnóstico sobre cuál es la situación (del servicio); cuáles son las cosas que encontraron y que justifican esta reforma que se está haciendo”, aportó Stolbizer, quien se quejó de que “no queda para el Congreso la posibilidad de evaluar causales y costo de la recisión” que se pueda plantear en el futuro. “No venimos sin pecado original en materia ferroviaria”, dijo en relación al exsectretario de Transporte Ricardo Jaime, procesado por corrupción y enriquecimiento ilícito.
Además, la precandidata presidencial del GEN manifestó que “queda una puerta abierta, un cheque en blanco demasiado grande, como para que detrás de un título lindo puedan esconderse negocios con el llamado capitalismo de amigos”.
Modificaciones
Uno de los reclamos más compartidos apuntó a la incorporación de representantes de usuarios en las instancias de planificación de la política ferroviaria. La propuesta, planteada por la UCR, el GEN, el FIT y Unidad Popular, fue compartida por Heller: “sería un avance lógico”, dijo el referente del movimiento cooperativo.
Otro oficialista que sorprendió con pedidos de modificaciones fue Alex Ziegler, hombre del gobernador misionero, Maurice Closs: pidió una “participación más federal en la toma de decisión de mecanismos de inversión para que las provincias del interior del país tengan la capacidad de participar”. “Nos va a mejorar mucho la calidad de vida de los misioneros y la competitividad de nuestra cadena productiva”, remarcó.
En tanto, el radical Miguel Giubergia pidió que el sistema ferroviario sea declarado “servicio público”, en lugar de “interés público”.
La propuesta de la Izquierda
El Frente de Izquierda fue la única bancada opositora que anticipó su rechazo in toto al proyecto oficial. “Se está actuando sobre las mismas bases sociales y económicas de fondo con que se ha venido trabajando las cuestiones ferroviarias y garantizando la más absoluta impunidad de los sectores ferroviarios en el manejo de subsidios y cajas”, denunció Néstor Pitrola.
El diputado anticipó la presentación de una propuesta alternativa para “girar 180 grados la política actual, el carácter del Estado y los intereses sociales que representa esta política del Estado”. Según dijo, la iniciativa tiene como base la “reconstrucción de la industria ferroviaria”, que termine con la importación de vagones de China.
