El proyecto sobre gastos y recursos para el año próximo comenzó a ser debatido en comisión. El Pro se cruzó con los secretarios del Gobierno por el índice de inflación. La reunión pasó a cuarto intermedio hasta el próximo martes.
El proyecto de Presupuesto 2016, el último de la gestión kirchnerista, tuvo este martes su primer test ante la Cámara de Diputados, donde fue debatido en comisión a lo largo de cinco horas con la defensa de tres funcionarios del Poder Ejecutivo.
La reunión, presidida por el oficialista Roberto Feletti, pasó a un cuarto intermedio hasta el próximo martes por la tarde, cuando la iniciativa podría obtener dictamen.
El debate arrancó con una detallada exposición de los secretarios Emanuel Álvarez Agis (Políticas y Planificación del Desarrollo), Juan Carlos Pezoa (Hacienda) y Pablo López (Finanzas) en el Anexo C de la Cámara baja.
Entre las principales variables macroeconómicas, la “ley de leyes” prevé para el año próximo un crecimiento de la actividad económica del 3%; dólar a $10,60; inflación de 14,5%; y un saldo comercial positivo de 4.040 millones de dólares.
Los bloques de la oposición cuestionaron la ejecución presupuestaria por fuera de lo aprobado por el Congreso, el índice de aumento de precios y la política de desendeudamiento encarada por el Gobierno, entre otros puntos.
El presidente del bloque de Unión Pro, Federico Pinedo, abrió la discusión con una fuerte réplica a Álvarez Agis, quien había cuestionado el índice de inflación que difunden mes a mes los diputados de la oposición.
En primer lugar, Pinedo se preguntó cómo la inflación prevista es del 15 por ciento si el aumento del IVA es del 26,3 por ciento y el crecimiento, del 2,3 por ciento.
“Una de las principales vergüenzas de la Argentina en los últimos años es la mentira del INDEC”, disparó el macrista, al señalar que “primero se hizo para tratar de ocultar el comienzo de la inflación”, pero “se terminó utilizando para ocultar los pobres”.
Pinedo advirtió que el Gobierno “pasó a perseguir a los ciudadanos comunes que denunciaban aumentos de precios, y además les cobraban multas”, por lo que “muchos de esos consultores tuvieron que ir a la Justicia” y la oposición comenzó a difundir el índice privado.
Sin embargo, Álvarez Agis pidió que se deje de denominar ese cálculo como “IPC Congreso” e insistió en que “hay un error sistemático por parte de ese índice”.
El diputado del Pro no sólo apuntó a la inflación oficial, sino también al “desvío del 20 por ciento” del Presupuesto con respecto a lo aprobado por el Parlamento entre 2004 y 2014.
“Desde el primer Presupuesto totalmente propio, de 2004 a 2014, el kirchnerismo gastó por encima de lo votado por el Congreso 132 mil millones de dólares”, se quejó el legislador, al hacer un cálculo de la diferencia entre lo votado y lo ejecutado.
“Yo no sé si eso es un mamarracho, una mentira o un error –ironizó-, pero si es un error, es bastante voluminoso”.
Por el contrario, Álvarez Agis consideró que ese es “un dato muy alentador que da cuenta de una muy buena ejecución presupuestaria” y lo comparó con las empresas, que “trabajan con desvíos del 30 por ciento” en promedio.
A su turno, Claudio Lozano (Unidad Popular) alertó que, pese a la impronta social del Presupuesto, “aproximadamente tres millones y medio de pibes no están alcanzados por la Asignación Universal por Hijo y el resto de las asignaciones familiares”, por lo que reclamó “discutir programas concretos para terminar con la inequidad interna”.
En otro orden, se refirió a la política de desendeudamiento del kirchnerismo y advirtió que el Gobierno se negó a dar la “discusión previa” con respecto a “si era legítimo pagar esta deuda” y si “era legal o no era legal”.
El vicejefe del bloque del Frente para la Victoria, Pablo Kosiner, cerró el debate y aseguró: “Para nosotros este no es un Presupuesto más. Es el último de este proyecto político que comenzó en 2003 y continuó la actual presidenta”.
“Este Presupuesto sigue apostando a una gran definición que vamos a profundizar: un modelo industrial de crecimiento con inclusión social”, remarcó el salteño.
En este sentido, expresó que “este Presupuesto número 13 tiene el gran mérito de haber generado dos herramientas: la recomposición del tejido social y la recomposición del Estado”.
“Sin esto, cualquier gobierno futuro sería imposible”, aseguró el vicepresidente de la bancada oficialista.
Además, indicó que algunos de los pilares que sostienen este modelo son “soberanía hidrocarburífera”, “desendeudamiento soberano y de las provincias” y “convenios colectivos de trabajo”.
