Evidenciando una supina ignorancia sobre Formosa, el diario La Nación arremete contra Gildo, procurando desdibujar el reconocimiento que el presidente y el pueblo paraguayo hicieran a los formoseños, en la persona de su gobernador.

Desde que mienten al mencionar el año de nuestra Constitución, hasta aseverar una pobreza que existe sólo en su imaginación, citando sólo un presunto caso de corrupción en 25 años, termina refugiándose en una presunta crítica de Tévez.

Tévez, en un reportaje, comentaba que estuvo horas en nuestra provincia, que vio mucha pobreza y que había un hotel cinco estrellas, con Casino.

Uno: el hotel es privado. Otro: ¿por qué los formoseños no pueden tener un hotel cinco estrellas? Tévez mencionaba en ese mismo reportaje su origen en Fuerte Apache, y cómo los muchachos de su barra, no tenían trabajo, pero cuando él iba a visitarlos no le dejaban pagar nada. Me pregunto, si ellos, que no tenían trabajo pagaban, ¿de dónde sale el dinero con el cual lo invitan?

Hoy ya claramente se sabe que es un jugador de fútbol que sirve también como operador y propagandista de Macri, lo cual no me parece mal -y además es un gran jugador de fútbol-.

También es importante significar que el sistema liberal sostiene ejemplos como el de Tévez, de quienes, individualmente, por su talento, o sus virtudes deportivas, triunfan personalmente.

Obviamente, nosotros aspiramos a un triunfo colectivo, es decir al pleno empleo, al aumento del consumo para todos, al aumento de los salarios por encima de la inflación, al acortamiento de la distancia entre los que más ganan y los que menos tienen (Indice de Gini), lo cual no excluye la valoración del que individualmente, consigue una superación importante.

Sólo los que desde hace décadas luchamos contra nuestra condición de provincia marginal geográficamente y marginada políticamente hablando por el centralismo porteño, sabemos cuánto hemos avanzado, y cuanto hemos progresado. Y somos los que más sabemos cuánto nos falta.

El formoseñismo, se ha puesto de pie en el costado norte de la patria. Sabe que debemos realizar enormes obras de infraestructura para que Formosa se transforme en una provincia productiva, atento a la distancia hasta el gran centro de consumo que es Buenos Aires; sabe que la educación pluricultural es la base de la justicia social, y siempre hemos completado los 180 días de clase anual; hemos construido miles obras publicas en estos años: más de mil escuelas, 1500 km de rutas asfaltadas, miles de calles asfaltadas, un red de 500 kilovoltios por primera vez en nuestra historia, tenemos en ejecución el gasoducto y el ferrocarril, también un acueducto enorme, teníamos un millón de cabezas de ganado, hoy pasamos los dos millones. Teníamos cuatro cabañas ganaderas, hoy tenemos más de 40, construimos decenas de salitas, hospitales de distintos niveles hasta hospital de Alta Complejidad.

Establecimos una política de acción para los pequeños productores agropecuarios, avanzando en tecnología aplicable a la agricultura familiar, construimos dos mil viviendas rurales, escrituramos 340.000 has. a 192 comunidades aborígenes, con 500 establecimientos bilingües, atendidos por 400 memas (maestros en modalidad aborigen) aborígenes y más de mil criollos, actualizamos las redes de agua potable, en toda la provincia, con una gran planta en la Capital.

Casi todas estas obras, complementan las hechas por Perón 50 o 60 años atrás, porque desde entonces, hasta los Kirchner, ¡todos los demás gobiernos nacionales nos ignoraron!

Por ello, y por innumerable cuestiones que a los porteños les resulta imposible entender, o comprender, es que el pueblo formoseño acompaña a Gildo, y a nuestro modelo formoseño de proyecto provincial. Que por cierto, está plagado de realizaciones, día a día, la mayor de ellas es el acompañamiento de un pueblo esclarecido, y consciente de donde viene y cuál es su destino.

Juan Carlos Díaz Roig

Diputado Nacional por Formosa – FpV