A pesar de que todavía ejerce su cargo sin acuerdo del Senado, el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, rindió cuentas ante los senadores sobre su política cambiaria, monetaria y financiera, y ratificó que su objetivo es que el país llegue a 2019 con una inflación del cinco por ciento anual vía menor gasto público y emisión monetaria.

El titular de la entidad monetaria concurrió a las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Economía Nacional e Inversiones para dar cumplimiento de la Ley Orgánica del BCRA, que lo obliga a exponer sus lineamientos de gestión ante el Congreso. Ello, a pesar de que el presidente Mauricio Macri todavía no envió su pliego a la Cámara alta: por eso ejerce su cargo “en comisión”, esto es, por decreto presidencial.

Así, Sturzenegger planteó “tres grandes líneas de acción para el Banco Central”: la política monetaria, el “desarrollo del sector financiero” y una “agenda de la bancarización”.

En particular, destacó que su gestión reinstauró en el país el “régimen de metas de inflación”: que el Central defina qué inflación espera e implemente políticas para alcanzarlo. Sostuvo entonces que la administración macrista busca una “desinflación” y que para el 2019 pretende bajar el índice de inflación al cinco por ciento anual. “A eso vamos. Estamos trabajando para eso”, confió.

En este marco, Sturzenegger rechazó controlar la inflación a través de la política cambiaria y puso como ejemplo el trágico desenlace de la convertibilidad (1991-2001): “la pone a la economía en un lugar de rigidez (…) nos crea una institucionalidad que al final terminó generando una rigidez que se resolvió con crisis”, dijo quien fuera viceministro de Economía de Domingo Cavallo durante el gobierno de la Alianza.

Reconoció luego que hoy “no tenemos un índice de inflación” y que este es “un año bastante particular porque tenemos reacomodamiento de precios y también geográficos (…) porque los subsidios estaban concentrados en el área metropolitana”.

Sturzenegger confió luego en llegar al 5 por ciento anual de inflación para el último año de gobierno de Mauricio Macri. “Miremos a nuestros vecinos. Miremos Perú: es un país que también tuvo tasas de inflación como Argentina, tuvo una cultura parecida y hoy tiene una inflación del cinco por ciento”, subrayó y agregó: “tenemos que tener una política fiscal y monetaria acorde”.

A continuación, el economista defendió la teoría liberal que explica el aumento generalizado de precios por la cantidad de dinero en circulación. “El objetivo de inflación tiene relación con la cantidad de dinero en la economía”, aseguró.

En este sentido, sostuvo que el macrismo debió “absorber” -a través de la emisión de deuda pública (Lebacs)- durante diciembre, enero y febrero “ese excedente (de pesos) que había” generado el kirchnerismo. “Esa liquidez cuando uno la emite se va distribuyendo en el sistema económico y va generando aumento de precios”, insistió.

Acto seguido, Sturzenegger destacó que durante abril “la inflación núcleo”, esto es, sin contar el aumento de tarifas a servicios públicos, “se confirmó a la baja”.

Por otra parte, el economista hizo votos por la visión liberal ortodoxa de que “los Bancos Centrales para generar credibilidad tienen que tener independencia”. “Tengo mucha suerte porque tengo un presidente que cree en esto y un ministro de Economía que cree en esto y que fue un buen presidente del Banco Central”, reconoció al respecto en alusión a Mauricio Macri y Alfonso Prat-Gay.

A continuación, y a pesar de las denuncias a Macri por su “ajuste” en forma de “shock”, Sturzenegger subrayó que el presidente mantiene un “política fiscal gradual” para cumplir con su objetivo de reducir la inflación vía menos emisión monetaria. Se refería a la reducción del gasto público vía quita de subsidios y cesantías en el sector público, entre otras medidas.