El jefe del bloque macrista, Nicolás Massot, y su par Pablo Tonelli presentaron un proyecto para que magistrados y funcionarios judiciales estén alcanzados por este tributo.
En una jugada de alto impacto político, el Pro presentó un proyecto en la Cámara de Diputados para que los jueces que sean designados a partir del año próximo paguen el impuesto a las Ganancias, algo que fue rechazado desde todos los ámbitos de la Justicia a fines de junio.
La iniciativa fue impulsada por el presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, Pablo Tonelli, y acompañada por el jefe del bloque Pro, Nicolás Massot.
Según el proyecto, queda sujeto al gravamen todo ingreso proveniente del desempeño del empleo de magistrado, funcionario judicial o del Ministerio Público, tanto nacional como provincial o de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, para quienes sean designados con posterioridad al 31 de diciembre de 2016.
El articulado incluye las jubilaciones, pensiones, retiros o subsidios de cualquier especie en cuanto tengan su origen en el ejercicio de las funciones públicas.
Dado que el artículo 110 de la Constitución Nacional establece que la retribución que reciben los jueces “no podrá ser disminuida en manera alguna mientras permaneciesen en sus funciones”, el proyecto del Pro sólo contempla a los magistrados designados el próximo ejercicio fiscal.
A fines de junio, representantes de todos los ámbitos de la Justicia encabezados por el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, se pronunciaron en contra del pago de Ganancias.
En cambio, los dos nuevos jueces del máximo tribunal, Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti, se mostraron a favor de esta medida, que la propia expresidenta Cristina Kirchner impulsaba durante su mandato.
