Al participar de un encuentro de movimientos populares convocado por Francisco dijo el presidente argentino “es de segunda” y que “entrega el país al poder financiero que depreda el mundo”.
Como parte de una comitiva de veedores del Encuentro Mundial de Movimientos Populares que se realizó en el Vaticano, el presidente del bloque Peronismo para la Victoria, Leonardo Grosso, no ahorró críticas contra el Gobierno argentino al participar del foro, que representa la continuidad a los encuentros realizados en Roma y Bolivi,a donde se acuñó la idea de la lucha por Tierra Techo y Trabajo, las famosas “tres T” incitadas por su impulsor: el papa Francisco.
Durante el evento, Grosso la emprendió contra “el modelo neoliberal impulsado en Argentina”, el cual sostuvo que va a contrapartida de las ideas fuerza pregonadas en el encuentro. El legislador del Movimiento Evita señaló que “los movimientos populares sabemos que Macri es quien aplica las políticas de hambre en nuestro país”, y no perdió oportunidad de ironizar sobre una supuesta comparación con el santo padre: “Rivalizar a Francisco con el presidente es ridículo. El papa juega en primera: cuestiona el sistema económico global y lucha por la paz. Mauricio Macri no solo es de segunda, sino que entrega el país al poder financiero que está depredando el planeta”.
La comitiva de veedores del encuentro estuvo compuesta por referentes políticos menores de 35 años. Entre ellos, además del mencionado Leonardo Grosso, estuvieron la diputada Lucila De Ponti (ambos del Movimiento Evita), Jonathan Thea (Seamos Libres), Itaí Hagman (Patria Grande) y Juan Monteverde (Ciudad Futura). Juan Grabois (MTE) fue uno de los organizadores en su rol de consultor de Paz y Justicia del Vaticano. Todas las organizaciones a las cuales pertenecen los jóvenes referentes, son parte de la CTEP, la cual viene militando fuertemente la Ley de Emergencia Social que beneficiaría a los trabajadores excluidos, definidos por Francisco como “poetas sociales”, en su capacidad de inventarse el trabajo en medio de la crisis capitalista.
El cierre estuvo a cargo del papa Francisco, quien expresó que “hay un terrorismo de base que emana del dios dinero y atenta contra la humanidad entera. El futuro está en los pueblos que trabajan y se organizan: en los pobres”.
