El senador nacional Luis Naidenoff se manifestó contrario al proyecto de ley de emergencia social, al punto tal de sugerir que sea vetado en caso de ser aprobado, pero aclaró que “un veto no genera alegría”.

Reconoció que “el país está atravesando un momento social complejo” y que la corrección de las estadísticas tuvo por objeto “terminar con ese país virtual de la mentira y el propósito de saber cuál es el punto de partida y cuáles las decisiones que se tienen que tomar para revertir la situación”.

En declaraciones a Radio Mitre consideró al de la emergencia social un proyecto de ley “precario, traído por los pelos y mezquino, y cuyos autores son los mismos que administraron hasta hace 10 meses y algunos días la Argentina, y nos hablan de crear un millón de puestos de trabajo por una simple instrucción al Ministerio de Desarrollo Social, o generan la expectativa de un incremento del 15% de las asignaciones, que en realidad no es por única vez, sino que es acumulativo”, lo que redundaría en un crecimiento del 400% anual.

Señaló que el proyecto agrega “un salario social complementario que no se sabe cuál es el destino, ni el número”, y advirtió que al cierre del debate en el Senado desde la oposición se expresó “un mensaje muy claro de que ‘nosotros somos conscientes de que no podemos discutir la financiación’, así lo decían los hombres del Frente para la Victoria, ‘porque eso corresponde a Diputados’. Entonces la verdad que ahí está la verdadera razón por la que avanzaron con esta media sanción en Senadores: obtener un título, entregar (la media sanción) antes de una movilización” como la del viernes.

Consultado sobre la presión para que sea tratada a más tardar el año que viene, con el riesgo de que termine siendo aprobada y vetada en un año electoral, el senador radical señaló que “si Diputados encuentra el sendero de la normalidad y discutimos caminos alternativos para financiar este programa solidario con otro tipo de recursos, y existe acompañamiento en la Cámara, tranquilamente se podría avanzar”.

“Si únicamente es emergencia por la emergencia en sí misma, que no contempla lo central, cómo financiamos, lógicamente que es una ley que hay que vetarla”, remarcó. Y respecto del costo político, el formoseño señaló que lo peor sería “avanzar en la sanción de una ley por temor a los que se pueden movilizar, cuando sos consciente de que el país no tiene espaldas para aguantar una ley de estas características”.

El legislador agregó que “lo que me preocupa no es el trofeo (de aprobar el proyecto) 48 horas antes de una movilización, sino es el cortoplacismo, este mal endémico argentino. Nosotros venimos desde hace tiempo obsesionados con 2017, con esta idea de que en cada elección de medio término se te va la vida. Ahora, ¿qué vamos a hacer el año que viene? ¿Por una cuestión electoral Macri tiene que acompañar una ley que es inviable? No, cuando hay que vetar, hay que vetar, y hay que explicarle a los ciudadanos por qué se veta: se veta porque es una ley fundamentalmente demagógica, que genera expectativas falsas entre los trabajadores, porque no hay cómo financiarlos, porque la ley ni siquiera discute mecanismos alternativos de financiamiento, porque para discutir financiamiento eso se tiene que discutir en la Cámara de Diputados y no en el Senado, y que en definitiva así como hay cosas importantes que se acordaron en el país con mucha madurez, me parece que al final del año el mensaje que dejamos con esta ley es el de repetir los errores del pasado que nos pueden costar muy caro”.

“Así que yo te diría hoy que el presidente, así como está redactada, si la aprueba Diputados, la tiene que vetar con las dos manos”, concluyó Luis Naidenoff. Y consultado sobre si esto obedecía al “juego de la política”, consideró que “es un juego perverso”.