El senador nacional por Entre Ríos Alfredo De Angeli (Pro) propuso, a través de un proyecto de ley, la creación de un sistema de crédito para la ganadería bovina, a través de las “Unidades de Ganado” (UGA) para la financiación a valor producto a mediano y largo plazo de la compra de ganadería bovina en el país.

El legislador de Cambiemos pretende así aplicar a la actividad el modelo de las UVI (Unidades de Vivienda), implementado por este gobierno.

“Estamos generando nuevas herramientas para que el desarrollo llegue a todos. Los emprendedores y la confianza en el país son dos motores para generar empleo y tenemos que ser creativos para que encuentren a mano lo que necesitan para crecer, y más aún cuando estamos frente a una incipiente diversificación productiva que promete mucho al país y al mundo”, fundamentó De Angeli.

El proyecto del entrerriano, que se elaboró con la colaboración de Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), apunta a la creación de préstamos y de depósitos denominados en UGA, que podrían ser utilizados para adquirir hacienda o para realizar inversiones ganaderas en los campos.

Con la futura ley, los bancos tendrían la libertad de solicitar garantías prendarias o hipotecarias, “aunque el ideal sería que los créditos sean prendarios”, aseguró el senador.

El valor inicial en pesos de la UGA sería determinado por el Banco Central, utilizando como referencia el kilogramo del ganado bovino en pie, promedio ponderado por las cantidades comercializadas, de las distintas variedades de ganado, en los mercados de Rosario y Liniers.

De esta forma, una UGA sería equivalente a un kilogramo de ganado bovino en pie y su valor sería actualizado mensualmente por ese índice; es decir que, al igual que con los créditos hipotecarios, los productores tendrían la posibilidad de acceder a tasas fijas en pesos o a los créditos UGA.

El proyecto de De Angeli fue acompañado por la jefa del bloque Pro, la cordobesa Laura Rodríguez Machado, y la radical tucumana Silvia Elías de Pérez.

En los fundamentos, sostiene que “desde el lado del productor, es una herramienta que cierra”, y “por el lado de los bancos, la historia demuestra que el precio del ganado siempre termina superando la inflación y el dólar”.

“Este sistema, además de convertirse en una excelente herramienta de crédito para la producción pecuaria, también podría ser un instrumento para involucrar a la sociedad no agropecuaria a la cultura del campo”, destacó el autor.

En ese sentido, aseguró que “está muy instalado en la sociedad argentina que la carne es cara y que su producción está en manos de pocos productores”, por lo que “si se crearan plazos fijos en UGA, como fondeo del crédito ganadero, los argentinos podrían ser parte del proceso ganadero y beneficiarse de las subas del precio de la hacienda y no ser ‘víctimas’ de ello”.