La novela en torno a Alejandra Gils Carbó tuvo el final que el Gobierno esperaba. En medio de las presiones políticas y judiciales, la procuradora general presentó su renuncia ante el presidente Mauricio Macri y a partir de este lunes, todas las miradas se concentrarán en el reemplazo de la jefa de los fiscales.

Según el artículo 11 de la Ley Orgánica del Ministerio Público Fiscal 27.148, el procurador general debe ser designado por el Poder Ejecutivo con acuerdo del Senado por dos tercios de sus miembros presentes. El pliego de Gils Carbó, por caso, fue aprobado el 15 de agosto de 2012 con 63 votos positivos sobre 66 presentes. Los rechazos fueron de los radicales Mario Cimadevilla, Laura Montero y Arturo Vera.

Antes de tratarse en el recinto, el pliego debe pasar por el filtro de la Comisión de Acuerdos, donde el candidato deberá presentarse en audiencia pública para responder preguntas de los senadores. En ese marco también se abrirá un período para presentar impugnaciones -en el caso de Gils Carbó, fue objetada ya en ese entonces por la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió-.

Cabe recordar que para ocupar el cargo, se requiere tener la edad mínima de 30 años y ser ciudadano argentino con título de abogado de validez nacional, con ocho años de ejercicio.

En el recinto, y gracias a los buenos resultados de los últimos comicios, Cambiemos engordará su tropa con el recambio legislativo y pasará de 15 a 25 integrantes, pero no será suficiente. El actual PJ-FpV que lidera Miguel Pichetto tendrá 28 miembros, aunque es casi un hecho que se producirá una fractura y un puñado de senadores se irá con Cristina Kirchner. Aun así, el oficialismo deberá negociar.

Mientras tanto, ya se lanzó la danza de nombres: los fiscales José María Campagnoli -también propuesto para defensor del Pueblo-, Ricardo Sáenz y Germán Moldes, y hasta la actual diputada Margarita Stolbizer (GEN) son algunas de las posibilidades que se barajan.