Con un clima más que tenso en los alrededores del Congreso, donde se montó un impresionante operativo de seguridad con miles de efectivos de Gendarmería nacional, Policía Federal Argentina, Policía de la Ciudad y Prefectura; dentro del edificio solamente funcionan guardias mínimas en todas las áreas.

Si bien no se declaró oficialmente el asueto en el Parlamento, desde el gremio del personal legislativo (APL) aseguraron que se busca “preservar la seguridad de los empleados”. Sucedió que esta mañana muchos trabajadores se vieron impedido el paso a sus puestos de trabajo.

Luego de que ayer organizaciones sociales intentaran montar carpas de vigilia para reclamar en contra de la reforma previsional, se bloquearon con vallas varios metros a la redonda todas los ingresos. El único acceso habilitado es en la intersección de las calles Riobamba y Bartolomé Mitre -con credencial identificatoria-.

Los negocios linderos se encuentran cerrados y sobre las calles permanecen estacionados varios camiones de la fuerza de seguridad.