El cierre de la sesión en minoría que la oposición dura destinó para cuestionar con severidad el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, correspondió al último ministro de Economía del gobierno de Cristina Kirchner, Axel Kicillof, quien arrancó su exposición cuestionando a sus pares que no asistieron a esa convocatoria: “¿Cómo puede ser que no vengan a discutir lo que Macri quiere firmar y va a comprometer a las próximas generaciones?”, se preguntó.

Como en otros discursos desde que es oposición, insistió en que este Gobierno “se la ha pasado quitando derechos”, pero aseguró que “la más grande estafa de este gobierno es la firma de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que nadie quiere”.

“Nos quieren hacer creer” que la firma del acuerdo con el FMI “es una buena noticia, es algo para festejar. Esta maniobra discursiva ya roza el absurdo, nadie la cree… -reprochó-. Por eso cuando el presidente dice que había tomado la vía del gradualismo, y toma un crédito nuevo para seguir con el gradualismo, no son más que patrañas, mentiras… Tomó deuda por 100 mil millones de dólares, dijo que para no hacer el ajuste; hizo el ajuste y ahora viene a tomar más deuda por el ajuste que hizo…”.

“Deuda y ajuste, no deuda o ajuste”, enfatizó.

Kicillof sostuvo que en el Gobierno “dijeron que nos endeudaban para no ajustar, y ahora están ajustando para endeudarnos… Era todo al revés”.

El exministro sostuvo que “perdimos 20 mil millones de dólares en la corrida cambiaria, y además devaluamos. Ahora el Fondo nos da 15 mil millones, menos que lo que perdimos en 15 días, es un papelón, una vergüenza”.

Luego sostuvo que “tratan de decir que esto es por la situación del mundo… El otro día lo escuché al presidente balbuceando, en una entrevista donde el periodista no paraba de tirarle centros, pero no podía meter un gol, porque ya no sabe ni donde está el arco”.

“Entonces, cuando estaba hablando decía que esto es por la situación en el mundo, ¿sabe qúe? Nadie perdió 20% de las reservas en este tiempo, solo la Argentina; en ningún lado la tasa de interés está a 40%; en ningún lado la devaluación fue superior al 50%, solo en la Argentina… Ningún país tuvo que ir a buscar corriendo y de rodillas un rescate de 50 mil millones de dólares, solo la Argentina”, enumeró.

Según Kicillof, “éste no es un problema ni del Gobierno anterior, ni de la situación mundial: es producto de la impericia, producto del mal plan económico, producto del neoliberalismo ideológico que aprueba usted, presidente Macri. Es todo culpa suya, y así se lo vamos a reclamar, y así lo vamos a denunciar, presidente Macri”.

Luego se refirió puntualmente a la Carta de Intención suscripta con el FMI, que calificó como “el tren fantasma, la casa del terror”. Detalló que la misma señala que los 50 mil millones “no son para los argentinos, sino para pagar la deuda; nos prestan plata para devolvérsela a ellos mismos. Y si no alcanzan los dólares, habrá más devaluación. Los dólares son ajenos, y las penas nuestras”.

Se quejó por el déficit cero que prevé la Carta de Intención para 2020, una premisa que a su juicio “tiene olor a naftalina, repite la historia”, y anticipó que representará “un ajuste feroz”, concluyendo que “adonde estamos, nos llevó el ajuste” y con el acuerdo firmado habrá “más ajuste”. Así las cosas, sugirió “que nadie piense que lo peor ya pasó”, anticipando que habrá “más tarifazos”, despidos en el sector público, una nueva reforma previsional, ajuste a las provincias, y hasta la privatización del Banco Central.

“Mientras mienten en castellano, dicen la verdad en inglés”, ironizó, asegurando que según la Carta de Intención “cedemos la soberanía cambiaria; cada decisión cambiaria la tiene que aprobar el Fondo”, y agregó que “va a haber un monitoreo fiscal permanente de cada uno de los gastos y decisiones”.

Sobre el final, el diputado Kicillof sostuvo que esta es “la tercera, la última, la peor de las estafas electorales, porque la boleta decía Mauricio Macri en 2015, pero debía decir ‘Fondo Monetario Internacional. Macri le cedió el gobierno al Fondo Monetario Internacional”, ante lo cual se preguntó “cómo no lo vamos a poder discutir (al acuerdo) en este Parlamento”.