En medio del reclamo de la separación entre el Estado y la Iglesia, y en la antesala de una audiencia pública por este tema, Nicolás Del Caño y Nathalia González Seligra presentaron un proyecto.
Los diputados trotskistas Nicolás del Caño y Nathalia González Seligra presentaron un proyecto de ley que propone que el Congreso declare laica, sin injerencia de la Iglesia, a la educación pública argentina.
“Cuando hablamos de la separación de la Iglesia del Estado también estamos diciendo que las instituciones religiosas no pueden ser consideradas ‘agentes educadores’, como plantea la actual legislación, ni tener injerencia en las actividades, contenidos o arquitectura de los edificios educativos”, explicó Del Caño.
El legislador del Frente de Izquierda/PTS remarcó que “aunque se considera que Argentina tiene un Estado laico, la realidad es que esto no sucede, y así como se sigue financiando a la Iglesia con leyes de la dictadura, su injerencia en la educación de nuestros niños se mantiene”.
Por su parte, la diputada González Seligra sostuvo: “Hoy nos encontramos con que siguen existiendo los símbolos religiosos en las escuelas; en numerosas jurisdicciones hay materias obligatorias como catequesis en horario curricular, sanciones a alumnos y despidos de docentes por llevar pañuelo verde por la legalización del aborto y persecuciones por exigir que se aplique en todos los niveles la educación sexual integral”.
“Nuestro proyecto establece que en todas las jurisdicciones y en todos los niveles la educación debe ser laica, sin injerencia de ninguna religión. Es una propuesta complementaria de otra que también presentamos en el Congreso para terminar con todas las leyes de la dictadura que siguen garantizando el financiamiento de la Iglesia, y con el tratamiento privilegiado que le dio la última reforma del Código Civil”, finalizó Del Caño.
Los diputados de la izquierda informaron también que el próximo 6 de septiembre se realizará en las dependencias de la Cámara de Diputados una audiencia pública sobre la separación de la Iglesia y el Estado, en la que participarán numerosas personalidades del ámbito de los derechos humanos y la cultura.
“Es una tarea que dejaron planteadas las masivas movilizaciones de las mujeres por el derecho al aborto, que no prosperaron justamente por el poder de decisión que tiene esta institución, así como un puñado de senadores de los distintos partidos clericales, sobre la vida de las mujeres. Al servicio de ese potente movimiento ponemos a disposición estas iniciativas”, señalaron.
