Con proyecciones macroeconómicas que van en consonancia con el presupuesto nacional, la Legislatura porteña sancionó con 34 votos a favor, 16 en contra y 9 abstenciones la normativa que establece los recursos con los que contará la Ciudad para el próximo año, los cuales ascienden a 321.457 millones de pesos.
En la sesión ordinaria de este jueves, la Legislatura porteña aprobó con 34 votos positivos, 16 negativos y 9 abstenciones la Ley de Presupuesto General de Gastos y Cálculo de Recursos de la Administración del Gobierno de la Ciudad para el próximo año, los cuales aumentan un 26% respecto del cierre estimado para 2018, alcanzando los 321.457 millones de pesos.
La medida recibió el acompañamiento de Vamos Juntos; el rechazó de UC, PTS, BP, AyL y PO; y la abstención de GEN, PS, MC y Ev.
El presupuesto se encuentra en línea con las proyecciones macroeconómicas estimadas a nivel nacional, con una previsión de una caída del -0,5%, una inflación proyectada del 23% y una estimación del tipo de cambio promedio de 40,10 pesos por dólar. Además, se calcula que 314.976 millones corresponden a ingresos corrientes, lo que representa el 98% del total de los recursos; el 2% restante, es decir 6.482 millones, corresponde a recursos de capital.
Asimismo, se prevé para 2019 un superávit económico primario de 71.589 millones y un superávit primario de 25.815 millones.
En lo que respecta a los gastos, el 50,5% del presupuesto total corresponde a servicios sociales, el 14,3% a Servicios Económicos, el 14,5% a Servicios de Seguridad, el 12,6% a Administración Gubernamental, y el 8,1% a Deuda Pública – Intereses y Gastos.
Es así que la finalidad Administración Gubernamental prevé una asignación crediticia de 40.455 millones de pesos, esto es, incrementa sus créditos en 4.305 millones respecto del Presupuesto 2018; mientras que los Servicios de Seguridad cuentan con 46.500 millones, lo cual implica que ha incrementado su presupuesto en 11.113 millones respecto a este año.
En cuanto a los Servicios Sociales, estos tienen un crédito asignado de 162.340 millones de pesos, lo cual significa un incremento de sus créditos en 32.498 millones respecto del presupuesto proyección cierre 2018, es decir un crecimiento del 25%.
La finalidad Servicios Económicos tiene un crédito asignado de 46.034 millones, que representa un incremento de sus créditos presupuestarios en 6.948 millones respecto del presupuesto 2018. A su vez, los Servicios de la Deuda – Intereses y Gastos contarán con un presupuesto de 26.126 millones, por lo que representa un crecimiento en sus créditos en 11.135 millones respecto de este año.
El debate en el recinto
Al respecto, la presidenta de la Comisión de Presupuesto, Paula Villalba (VJ), explicó que “se está presentando un presupuesto financieramente equilibrado, alineado a los ejes del régimen de responsabilidad fiscal al que adherimos” y resaltó que “de igual modo, y como responsables de los fondos públicos de todos los porteños, se ha elaborado un presupuesto cumplible, con déficit cero”. Además, reiteró que -por segundo año consecutivo- cumple con el objetivo del equilibrio fiscal.
“Somos conscientes de que estamos atravesando una situación difícil y en este momento hay que estar más cerca de la gente que nunca; contribuimos a superar esta situación sumándonos a la ley de reforma fiscal”, afirmó y remarcó que “a fin de contribuir a la generación de la actividad económica, mejorar la competitividad y lograr disminuir la presión tributaria sobre la cadena productiva, se continuará con el plan consensuado de reducción gradual de las alícuotas del impuesto a los Ingresos Brutos, el más regresivo y distorsivo en la estructura tributaria de la ciudad”.
Por su parte, el diputado de AyL Fernando Vilardo manifestó que “los funcionarios del Gobierno están reconociendo que se está llevando adelante una política de ajuste, ya lo dijo Dujovne, este es un presupuesto elaborado por el Fondo Monetario Internacional (FMI)” y advirtió que “es un presupuesto elaborado de arriba hacia abajo, nosotros peleamos para que se construya de abajo hacia arriba; ningún trabajador pondría en primer lugar el pago de la deuda, es una estafa, este presupuesto es una clara condena social”.
Sobre esa misma línea, el trotskista Gabriel Solano (PO) indicó que “es un dibujo, este presupuesto no es nada consistente: nos dicen que el dólar va a estar a 40,10 pesos, basta con ver el valor del dólar hoy para saber que esto no va a ser así el próximo año” y concluyó que “la inflación prevista es del 23%, pero este año vamos a estar entre un 45% o 50% de inflación, ¿cuáles son los medios por los cuales el Gobierno va a reducir la inflación a la mitad?”.
Por su lado el jefe del bloque Unidad Ciudadana, Carlos Tomada, remarcó que “es un nuevo presupuesto de ajuste y que tiene poco que ver con las necesidades de los porteños, es más bien una imposición del FMI” y consideró que “ni el Gobierno Nacional ni el de la Ciudad están planteando un esfuerzo equitativo para toda la sociedad, sino que el mayor esfuerzo lo tendrán que hacer los trabajadores y será un sacrificio inútil porque no solucionará nada”.
“El gasto real va a retroceder en un 6% en comparación con el Presupuesto 2018. Este Gobierno va a ser más recordado por la reparación de veredas y por las bicisendas, que por los avances en relación a la tecnología, las exportaciones, entre otras cuestiones”, aseveró.
Asimismo, Patricio Del Corro (PTS) precisó que “ningún analista, ni siquiera el más optimista, dice que va a haber una caída del 0,5%; también dicen que vamos a tener el dólar en el mismo valor que está hoy en día” y denunció que “los únicos beneficiados con esto son los especuladores financieros, mientras que las familias ven como se les escapa el dinero”.
“Con lo que se va a pagar de intereses de la deuda se podrían construir 23 nuevos hospitales, todo eso en un solo año”, argumentó.
Por su lado, el socialista Roy Cortina (PS) remarcó que “no coincidimos con la orientación política, económica y social de este presupuesto” y señaló que “la Argentina es un país en el que la desigualdad que ha sido aumentada desde el año 45’ hasta nuestros días, se confunde mucho desigualdad con pobreza; estamos en una situación económica muy complicada, de la cual la Ciudad no puede escapar”.
“Cuando uno piensa en la construcción de un nuevo presupuesto hay que preguntarse ¿ayuda a disminuir la pobreza? ¿ayuda a disminuir la desigualdad? Si la respuesta es no, entonces este presupuesto no sirve”, aseveró.
Mientras que el diputado de Mejor Ciudad Marcelo Depierro insistió en que “no es el presupuesto que se merecen los vecinos de la Ciudad ni nosotros como diputados” y sentenció que “la inflación prevista para este año era del 12% y ahora estamos casi en 45%, el dólar a 19 pesos y lo tenemos en 40, ¿Por qué seguimos insistiendo con este tipo de números?”.
A su vez, el oficialista Claudio Cingolani (VJ) manifestó que “el Estado porteño está del lado de los vecinos: nos guían los valores del hacer, la cercanía y la austeridad. Con este Presupuesto el objetivo es seguir trabajando para lograr una Ciudad cada día más inclusiva, moderna y segura” y subrayó que “el 51% del presupuesto total está destinado a servicios sociales, con prioridad en educación y salud”.
“El Gobierno de la Ciudad trabaja por una integración social plena. Para esto, el plan no sólo incluye la construcción de viviendas y urbanización, sino también acciones de integración social y urbana y mejoras en las condiciones de habitabilidad de los barrios más postergados”, destacó.
Por su parte, el radical Juan Francisco Nosiglia (Ev) sentenció que “en un contexto de pérdida de poder adquisitivo de los salarios y aumentos de tarifas de todos los servicios públicos y tasas, nuestro punto central es que el gran esfuerzo que se le pide a los vecinos de la Ciudad no es acompañado por un esfuerzo similar del GCBA, en la medida que siguen teniendo presupuestos deficitarios, aumento exponencial de los servicios de la deuda y millones de pesos en gastos superfluos e innecesarios”.
