Hay países como Chile y Uruguay donde los presidentes pueden volver a serlo, pero sin ser reelegidos en un período consecutivo, y otros donde las reelecciones son continuas, como Bolivia y ni hablar Venezuela. En el nuestro, o en Brasil, por ejemplo, puede haber una sola reelección consecutiva, pero pasado un período pueden volver.

Para Miguel Angel Pichetto ese puede ser un problema en Latinoamérica y en nuestro país particularmente. Pasó con la vigencia de Raúl Alfonsín, con Carlos Menem y ni qué hablar con Cristina Kirchner.

Respecto de esta última, el senador rionegrino ratificó su postura contraria al desafuero de los senadores, reiterando que esa es “la posición histórica del Senado, no es la mía personal”, y consideró que la misma fue “ratificada en términos jurídicos” cuando el caso que Carlos Menem quiso ser nuevamente candidato a senador. Si bien en ese caso no había un planteo de desafuero, la Cámara Electoral se lo prohibió porque tenía una condena.

“Sin embargo la Corte hizo una habilitación, y la Cámara Federal supletoria que reemplazó a la Cámara Electoral sostuvo claramente, de acuerdo con la línea de la Corte, que el principio de inocencia se rompe con la sentencia firme”, apuntó Pichetto en diálogo con radio Mitre.

Para el jefe del bloque Justicialista, en la etapa de instrucción de la causa que involucra a la senadora Cristina Fernández de Kirchner “es totalmente válido el procesamiento”, atento a que para el juez y el fiscal “hay elementos que indicaría semiplena prueba de que se podría procesar, pero no vemos la necesidad de la prisión preventiva. Y este es un argumento más de fondo: el propio presidente de la Corte dijo que la prisión preventiva no se puede utilizar como pena anticipada”.

“Hay una tendencia últimamente en el proceso argentino que a personas que no tenían antecedentes penales” se les aplica la prisión preventiva, que a juicio de Pichetto “sí cabe para alguien que tenga antecedentes penales y haya riesgo de fuga, o al que esté en una posición de poder realmente importante en los niveles del Poder Ejecutivo, y que pueda entorpecer la investigación. En este caso no hay ninguno de los dos supuestos y que son excepciones. Por lo tanto es un debate de carácter político y jurídico y me parece que no procede la prisión preventiva”.

Pichetto dio por descontado que el juez Bonadio va a pedir en los próximos días el desafuero de CFK a la Cámara de Senadores, y anticipó que “por supuesto lo vamos a rechazar, porque aquí la prisión preventiva se da en una etapa preliminar de la investigación”, e insistió: “No hay ningún riesgo de fuga, ni tampoco la posibilidad de obstruir la investigación. La prueba está colectada, la Cámara ha dado lugar a la prueba del arrepentido, habrá elementos… pero de ninguna manera hay riesgo de fuga”.

Luego argumentó que a su juicio hay sentencia firme cuando la Cámara de Casación, después de ratificar condena en el tribunal oral rechaza el recurso extraordinario, y anticipó que eso puede verse próximamente con el caso de Amado Boudou.

En el plano político dijo que “con Cristina están el Gobierno y los medios”, e insistió en que él tiene claro que para el Gobierno “el adversario a vencer es Cristina Fernández. Si pudiera estratificaria la elección en el 2015, 2017, la lucha contra el pasado, y esto es lo que le conviene al Gobierno. Lo que no le conviene es que surja una instancia de construcción de consenso democrático, de políticas de Estado, de pensar el país, de tener alguna idea respecto a la Argentina”.

Tras relativizar la certeza de las encuestas faltando tanto tiempo, admitió que la expresidenta “tiene por supuesto un piso y un techo alto”, que estimó en 28 y 30%, lo cual “le da potencialidad”. “Nadie dice lo contrario; ese porcentaje lo tiene… Lo tenía Menem en el 2003, tuvo 24,7%…”.

Con relación a la vigencia de Cristina Kirchner como eventual candidata, Pichetto expuso su postura más cercana a la Constitución norteamericana, donde cuando los presidentes dejan de serlo ya no pueden volver. El rionegrino considera que “uno de los problemas que tiene Latinoamérica, Argentina, es el tema de que los presidentes nunca se van, siempre gravitan en la vida política argentina después de haber sido presidentes”. En ese sentido consideró que “este es un problema que habría que ponerlo en una futura reforma constitucional. El que ha cumplido un rol tan trascendente, tan importante como presidente de la Nación, no debería insistir en continuidad. Es un proceso latinoamericano, no es solamente propio de la argentina, ya vimos qué pasó en Brasil también”.

Respecto de la performance del Gobierno, señaló que en el plano económico el saldo “ha sido malo y tiene consecuencias muy negativas para la sociedad”.

Pichetto sostuvo que el Gobierno “tiene que lograr estabilizar la economía y para tener posibilidades tiene que tener unos síntomas de reactivación. Acá hay un sector que lo ha votado al presidente Macri, con muchas ganas, que es el sector de la clase media, y sin embargo, es el que más ha sufrido las contingencias de la política económica. Implacable, porque además es el único que paga”.

“Porque además todo el mundo habla acá en la Argentina de los pobres que no tienen nada; está bien, hay que ayudarlos, el tema de los planes, AUH, jubilaciones, pensiones, pero nadie habla de los que trabajan, y a esos les pegan con todo”.

Asimismo Pichetto admitió que en el nivel del riesgo país pueden influir factores políticos, incluso la causa de los cuadernos, pero para él, el factor central es “la posibilidad de que se puedan correr los fondos de inversión con la pérdida de confianza definitiva de la Argentina. Este me parece que es el concepto de riesgo”.

“Porque además esos no tienen emociones, tienen que responder ante los dueños de los bancos y ver qué pasó con la plata que pusieron en los fondos de inversión, Lelic, Lelac, Letes, y después no pueden retirarse a pérdida”, concluyó.