Cristina Kirchner volvió a dejar su banca vacía en una Asamblea Legislativa encabezada por Mauricio Macri. La expresidenta y senadora eligió viajar a Santa Cruz y no asistió este viernes al recinto, como tampoco lo hizo su hijo, el diputado y líder de La Cámpora Máximo Kirchner.

No solo la ausencia de Cristina se destacó en la apertura de sesiones. Tampoco estuvo el exmandatario Carlos Menem, que este jueves fue absuelto en la causa por encubrimiento del atentado a la AMIA.

Otros de los ausentes fueron el senador y candidato a gobernador de Tucumán José Alperovich; la diputada de la UCR Aída Ayala, investigada por supuesta asociación ilícita y con pedido de desafuero; y el salteño Alfredo Olmedo.

Cerca de las 10.30, las bandejas a ambos lados del estrado principal se llenaron de invitados. Del lado derecho se ubicaron los ministros del Gabinete y los jueces de la Corte Suprema de Justicia, Carlos Rosenkrantz, Ricardo Lorenzetti, Horacio Rosatti, Carlos Maqueda y Elena Highton.

Sin embargo, el ala izquierda, que tradicionalmente ocupan gobernadores, se destinó esta vez a asesores y diplomáticos. Hubo solo cuatro mandatarios: María Eugenia Vidal (Buenos Aires), Horacio Rodríguez Larreta (CABA), Gustavo Bordet (Entre Ríos) y Gerardo Morales (Jujuy), quien llegó más tarde.

A diferencia de las anteriores Asambleas de Macri, los palcos de las tres bandejas se llenaron de invitados. Allí se vio, por ejemplo, a los secretarios Sergio Bergman (Ambiente), Pablo Avelluto (Cultura) y Gustavo Santos (Turismo). Más arriba, un grupo de militantes alentó al presidente y en varios pasajes entonó el clásico “¡Sí se puede!”.

En un palco de la primera galería también se vio a Elisa Trotta, la representante diplomática de Juán Guaidó en Argentina. En su discurso, Macri se refirió al tema al destacar “el trabajo con el Grupo de Lima para condenar las violaciones a los derechos humanos en Venezuela y el reconocimiento del presidente encargado, Juan Guaidó”.