Luego de aprobarse en la Cámara de Diputados la prórroga por un año de la Ley 27.342, que declara la emergencia económica, productiva, financiera y social para la producción de peras y manzanas para las provincias de Neuquén, Río Negro, Mendoza, San Juan y La Pampa, el diputado nacional José Luis Gioja logró acuerdo parlamentario de preferencia para tratar su iniciativa que favorece a los pequeños y medianos productores de uva de nueve provincias.

“La situación de los pequeños y medianos productores de uva es insostenible por la pérdida de competitividad y el achicamiento de mercado interno; la situación económica actual hace que se derrumbe la venta de vino y eso produce que haya sobrestock de uva, el reflejo inmediato es la caída de su precio, lo que torna imposible mantener la actividad”, advirtió el vicepresidente de la Cámara de Diputados, el sanjuanino José Luis Gioja.

Gioja, en su propuesta, pide que se declare la emergencia económica, productiva, financiera y social en la cadena de producción vinícola por 365 días que abarque a productores de hasta 25 hectáreas en las provincias de San Juan, Mendoza, La Rioja, Catamarca, Salta, Jujuy, Río Negro, Chubut y Córdoba.

En su iniciativa, el legislador sanjuanino autoriza al Poder Ejecutivo a instrumentar regímenes especiales de prórroga de obligaciones impositivas y de seguridad social, como así también lo faculta para establecer acuerdos con el INV (Instituto Nacional de Vitivinicultura) en materia de compensaciones a la compra y exportación de uva para la elaboración de mosto y vino.

Por otro lado, en su articulado, Gioja propone que durante la vigencia de la Ley de Emergencia se suspendan los juicios de ejecución fiscal y medidas preventivas para el cobro de impuestos y obligaciones de la seguridad social.

Según los cálculos de distintas fuentes, se estima que hoy existen cerca de 22.000 viñedos que ocupan una superficie de hasta 25 hectáreas, que abarcan un total de 200.000 hectáreas de producción de uva y que, en total, emplean cerca de 50.000 trabajadores, entre empleos directos e indirectos. Muchas de estas fincas son emprendimientos familiares que llevan varias generaciones en la actividad.

El exgobernador de San Juan se mostró preocupado por la situación por la que atraviesan los productores de pequeñas fincas vinícolas, y al ser consultado sostuvo que “estamos hablando de aproximadamente 22.000 fincas de hasta 25 hectáreas de producción de uva, que ocupan cerca de 50.000 trabajadores entre empleo directo e indirecto que corren peligro en nueve provincias, es urgente atender esta problemática porque se corre el riesgo que explote una conflictividad social muy difícil de atender”.