En un año signado por las elecciones, la Justicia Federal notificó la aprobación de la personería política, jurídica y definitiva de Avancemos por el Progreso Social (APPS), el partido liderado por el economista Matías Tombolini en la Ciudad. La medida no es menor, ya que con esta autorización el espacio se encuentra en condiciones de competir en los comicios del distrito capitalino.

En ese sentido -y tras la correspondiente notificación-, el economista aseguró que “después de mucho trabajo, y tras haber confirmado uno por uno a nuestros afiliados, hoy tenemos la enorme responsabilidad de ofrecerle a la sociedad la chance de elegir una propuesta política que nació pensando en los demás y con la convicción de poner el cuerpo”. APPS ya cuenta con más de 250 autoridades electas y está presente en las 15 comunas de la Ciudad; sin embargo, el 80% de sus dirigentes no proviene de la política.

Cabe destacar que el surgimiento de APPS comenzó a gestarse desde inicios del 2018, ya que en un primer encuentro en marzo de ese año, Tombolini y el equipo se plantearon la posibilidad de armar un nuevo espacio para aportar ideas innovadoras en la Ciudad, buscando sumar voluntades de diferentes extracciones y experiencias, con espíritu emprendedor y que sintieran ganas de mirar para adelante, trabajar y poner el cuerpo. Así, comenzaron a recorrer los barrios para alcanzar las cuatro mil afiliaciones exigidas por la ley para constituir un partido y, finalmente, lograron su objetivo.

Con la premisa de que “para avanzar siempre es mejor enseñar a pescar que dar el pescado”, la primera iniciativa fue la creación de los Talleres de Oficios. A partir de una convocatoria en las redes de APPS, se ofrecieron diferentes talleres gratuitos en los que se inscribieron 8.500 personas. Los mismos fueron dictados por profesores voluntarios que se sumaron a la iniciativa.

A su vez, desde la Fundación Innovación con Inclusión, que se conformó en paralelo al partido y funciona como un think tank, se comenzó con el armado de los equipos técnicos, al que se sumó un ciclo de charlas sobre actualidad política. Se acercaron 200 voluntarios, en su mayoría jóvenes, para ponerse a trabajar con un objetivo común: cambiar las cosas con propuestas concretas, en lugar de hacer diagnósticos vacíos.