El senador kirchnerista fue intimado por el titular del Senado, Daniel Salvador, para que explique las razones de su ausencia, dado que desde diciembre pasado no volvió a concurrir a las sesiones ni a las comisiones que integra. De hecho, el bloque de Unidad Ciudadana lo reemplazó en estos espacios, cansados por no tener representación a raíz de sus faltazos.

El vicegobernador realizó una segunda intimación contra Romero, que hasta el momento no tuvo respuesta. De seguir así la situación, en la sesión del próximo jueves se analizará su caso en el recinto y se decidirá si se lo suspende en sus funciones o si por ahora solamente se le aplica una multa. Además de ello se le descontará el sueldo por todos los meses que no concurrió a la cámara.

Romero dejó de asistir a la cámara en diciembre pasado, luego de que una militante de La Cámpora, Stephanie Calo, lo denunciara por abuso sexual a través de posteos en sus redes sociales, y luego lo formalizara en la Justicia.

Calo denunció que tras una salida con otros compañeros de la agrupación, Romero intentó obligarle a que el practique sexo oral a él y a otros militantes. Además, aseguró que acudió a algunas dirigentes de La Cámpora para denunciar el hecho, pero no fue escuchada.

En su momento, Romero no desmintió la acusación, y presentó un descargo en sus redes sociales, en las que dijo que “soy un varón criado en una sociedad patriarcal. Además soy un militante político con responsabilidades. Desde ese lugar, y a la luz del trabajo de visibilización que han hecho mis compañeras de la organización donde milito, puedo ver que en el pasado tuve prácticas machistas que en ese momento parecían naturales”.

Tras la denuncia, La Cámpora separó a Romero de sus responsabilidades partidarias, pero en el Senado no hubo ningún movimiento, lo que generó malestar entre algunos de sus compañeros de bloque. En ese escenario, el senador decidió ausentarse de las sesiones y las reuniones de comisión.