“A veces las mamás tampoco saben qué hacen los hijos, ¿no?”, respondió risueñamente Graciela Camaño cuando Jorge Fontevecchia le recordó su condición de “madre política” de Sergio Massa y el paso que el tigrense está por dar hacia el kirchnerismo.

En un extenso reportaje, la presidenta del bloque Frente Renovador en la Cámara baja recordó que en el Congreso partidario de la semana pasada se le dio a Massa “un mandato vinculado a construir una mayoría opositora al Gobierno”. En ese marco, dijo, el líder del FR “tiene la responsabilidad de presentarnos a quienes acompañamos su proyecto político una construcción factible”.

Respecto de la opinión imperante en su partido respecto de lo que deben hacer, Camaño admitió que hay opiniones divergentes y aclaró que ella reniega de “la idea de una alianza con el kirchnerismo”. Por el contrario, considera que “hay un porcentaje muy elevado de ciudadanos que realmente desean ese espacio del medio. Alrededor de un 50% de argentinos que no optan ni por el pasado ni por el presente”.

“Y ahí hay algo para hacer, porque somos dirigentes políticos y nuestra misión más importante es transformar, ser transformadores. La acción política es la de la transformación”, sostuvo, admitiendo en cambio que “muchos concejales de la provincia de Buenos Aires advierten el fuerte peso que tiene el kirchnerismo en la Provincia. Y eso los hace inclinarse hacia un posible acuerdo”.

Así las cosas, aclaró que si Sergio Massa acuerda con el kirchnerismo, ella insistirá con “la tercera vía”, e insistió: “No votaría ni a Macri ni a Cristina”.

Con todo, admitió que respetará lo que decida Sergio Massa, a pesar de que no lo comparta, y dejó abierta la posibilidad de votar en la provincia de Buenos Aires a la fórmula Kicillof-Magario. “No lo sé”, respondió. Y frente a un balotaje, haría lo mismo: “Si usted me pide 'póngame en una filita quiénes son los más malos', primero estaría Macri”, afirmó.