A dos años del ataque del 7 de octubre de 2023, el diputado nacional Gerardo Milman presentó un proyecto de declaración para rendir homenaje a las víctimas de la masacre perpetrada por Hamas y exigir la liberación de los secuestrados que aún permanecen cautivos en Gaza.
Se cumplen dos años de la masacre que conmovió al mundo.
El diputado nacional Gerardo Milman presentó un proyecto de declaración en el que expresa su “más profundo y desgarrador homenaje” a las víctimas del ataque perpetrado por Hamas el 7 de octubre de 2023, al cumplirse dos años de aquella masacre.
“A dos años de este atroz ataque seguimos reclamando la inmediata e incondicional liberación de todos los secuestrados que aún permanecen cautivos en Gaza”, señaló Milman, quien respaldó los esfuerzos internacionales por alcanzar un acuerdo de paz que garantice la seguridad de Israel y la liberación de los rehenes. “Reafirmamos el compromiso con la defensa de la vida, la libertad y la dignidad humana frente al terrorismo que atenta contra la civilización”, agregó.
El legislador sostuvo que “el horror no ha sido amortiguado por el tiempo, el mismo permanece, como un grito sin voz, reclamando justicia, recuerdo y acción”. Y añadió: “En esos instantes de terror, lo que fue masacre se convirtió en símbolo del odio absoluto, del asesinato ritualizado, de la deshumanización sistemática. Y en ese símbolo late también una advertencia: que la libertad debe estar siempre alerta, que la civilización no puede dar tregua”.
Milman remarcó que el ataque del 7 de octubre “no fue una escaramuza, ni un choque entre ejércitos. Fue un crimen total. Hamas no atacó estratégicamente un objetivo militar, irrumpió en comunidades civiles, disparó misiles indiscriminadamente, invadió poblaciones, prendió fuego, destruyó hogares, mutiló cuerpos. Familias, niños, ancianos: todas víctimas. Se trató de un diseño de horror”.
En ese contexto, el diputado consideró que “el plan de paz propuesto por Donald Trump para Gaza aparece como una posibilidad concreta de transformar la tragedia en una senda política”. Y argumentó: “Una paz legítima no puede descansar en el vacío: debe ser un contrato ético. No basta con cesar el fuego; la paz debe estructurarse sobre pilares de dignidad, justicia, seguridad y responsabilidad”.
Finalmente, Milman concluyó: “Debemos tomar la voz de quienes no tienen voz, de los muertos que exigen memoria y los cautivos que exigen libertad. Y hacerlo con coraje, porque en política también arde el alma. No estamos ante un mero gesto diplomático ni ante una declaración simbólica, estamos defendiendo el valor supremo de la vida, la libertad y la memoria frente a la barbarie. Vamos a seguir exigiendo la liberación de los cautivos y afirmar, ante el mundo, que la Argentina se alinea con la civilización, la democracia y la libertad”.