Es un final de sesiones que no teníamos previsto”. Esa es la frase mas escuchada en las bocas oficialistas de ambas cámaras en relación al proyecto de ley de la reforma política, dado que más de un legislador K pensó que el último tema fuerte eran las leyes económicas. Pero la pareja presidencial decidió agregar imprevistamente la reforma política.

Tras el paso del ministro del Interior, Florencio Randazzo, por el plenario de comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia y Presupuesto y Hacienda, presidido por Graciela Camaño, Luis Cigogna y Gustavo Marconato, en el seno del bloque que lidera Agustín Rossi, en permanente consulta con Balcarce 50 y la quinta de Olivos y también con Miguel Angel Pichetto, entre otros senadores, evalúan los pasos a seguir para lograr la media sanción de la norma.

Hasta ahora los números no le cierran al kirchnerismo para lograr el quórum en la sesión especial citada para el 18 de noviembre, previo dictamen favorable de los integrantes de las tres comisiones. Los líderes del bloque han tomado conciencia de que solos no van a ningún lugar. El FpV cuenta –si están todos el día de la sesión- con 107 legisladores, con lo cual necesitan para llegar a 129 la preciada suma de 22 aliados de derecha, centro y centro izquierda, y “vengan de donde vengan” como graficó ante Parlamentario uno de los jefes.

Es que desde la oposición ya le avisaron oficiosamente que, al igual que en las últimas sesiones, van a entrar al recinto cuando Eduardo Fellner pronuncie la famosa frase “con la presencia de 129 diputados comienza la sesión”, y estalle la bancada oficialista con aplausos y vítores.

Confían en que sentarán en sus bancas del Frente Cívico por Santiago, parcialmente la bancada del bloque Encuentro Popular y Social, el inefable Eduardo Lorenzo Borocotó, Proyecto Progresista, Corriente Peronista Federal, los solitarios Emilio Kakubur de Misiones, Eduardo Pastoriza de Catamarca, la bonaerense Paola Spátola (Guardia Peronista), Adriana Tomaz del PAUFE de Luis Patti, entre otros tentados de pasar a la historia.

Una suma que da por ahora, de acuerdo con las planillas en poder de la mesa de conducción del bloque oficialista de 17 votos, pero no se desesperan porque hay una gama de potenciales aliados que, por estas horas, están dialogando y, cómo para marcar que la cooptación no es fácil, reclaman introducir modificaciones al texto original.

Uno de los pedidos más sensibles de estos potenciales aliados es bajar el piso de las exigencias, para que de esa manera los partidos menores no queden a la vera del camino, lo mismo que algunos partidos provinciales, los que en general logran la personaría en los cinco distritos provinciales que exige la ley.

A propósito de los bloques unipersonales o donde conviven dos legisladores, por esas ironías de la historia son fundamentales a la hora de conformar el quórum. Casi siempre jugaron con la postura oficial, por lo que se descuenta que varios de los 18 bloques harán lo mismo esta vez.

Tienen la ventaja de no rendirle cuenta a nadie de cómo votan. Muchos de estos legisladores se despiden del Congreso el 9 de diciembre. Por lo tanto, no tienen problema alguno para avalar la postura oficial. Salvo aquellos que priorizan su conducta política, que son los menos.

Hora clave

El texto propone reformar el financiamiento de las campañas electorales, la modernización del Código Electoral Nacional, la modificación de la Ley Orgánica de los Partidos Políticos y la realización de elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias para designar candidatos.

En general hace suya la legislación vigente en Estados Unidos, Colombia, Uruguay y el sistema vigente desde 2004 en Santa Fe. Con relación a la experiencia a esta provincia, cuando la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció el envío del proyecto desplegó más de un elogio al modelo santafesino, lo que después fue ampliado por los medios de comunicación afines.

Precisamente desde el bloque del Partido Socialista, a través de su presidenta, Silvia Augsburger, se dijo que “no puede comparar esta reforma con las leyes socialistas que llevaron a Hermes Binner a la gobernación, ya que hay una sola norma similar que son las internas abiertas y simultáneas. Los demás puntos no existen en Santa Fe”.

Por las dudas, nadie del oficialismo salió a responderle, dado que los estrategas del FpV consideran a los socialistas como posibles aliados cuando se trate en el recinto la norma. Tampoco quieren romper lanzas con los bloques de centro izquierda, que públicamente salieron a cuestionar el proyecto, fundamentalmente el punto referido al piso electoral. Ellos reclaman que los pisos fijados sean más flexibles para no quedar borrados del mapa político, como todos coinciden en señalar, además de enrostrarles que es un blindaje para el bipartidismo con cierta permisividad para terceras fuerzas como el Partido Socialista.

Con este panorama al oficialismo no le queda más remedio que aceptar los reclamos de modificaciones al texto original, que obviamente deberá ser bendecido por el matrimonio K, para luego ponerlo nuevamente a consideración del plenario. Una vez asegurado los números para el quórum, el plenario emitirá el dictamen favorable. Lógicamente, los bloques de la UCR, CC, PRO, PJ disidente y otras agrupaciones menores presentarán dictámenes en disidencia y, fundamentalmente, darán la pelea a la hora de la votación en particular.

“No vamos a repetir el error de abandonar el recinto como se hizo con la ley de Radiodifusión, donde le allanamos el camino al oficialismo”, admitió a Parlamentario uno de los jefes de la oposición después de escuchar la versión del ministro Florencio Randazzo y con la certeza que el FpV no va a demorar su media sanción en Diputados.

De acuerdo con un estudio que está en la mesa de negociación con los diputados de los partidos chicos o menores, como despectivamente los llaman, es didáctico sobre los números necesarios para no salir del mapa electoral: En la provincia de Buenos Aires lograr y conservar la personería nacional es necesario contar con las rúbricas de 60.000 afiliaciones y en la Capital Federal 12.500 muy lejos de las 4.000 actuales que rige para todo el país.

Esos y no otros son las estadísticas en la mesa de negociación para que la publicitada reforma política de sus primeros pasos en las comisiones, después en el recinto de la Cámara baja y finalmente en el Senado. Por ahora todas las luces iluminan Diputados con un texto que tiene que ser definido por los aliados.