Sin duda alguna el faltazo del titular del bloque del PRO de la Legislatura porteña, el justicialista Cristian Ritondo, a la trascendental sesión para la creación de la Comisión Investigadora por las escuchas telefónicas, fue uno de los temas que más acaparó la atención ese día.

Su compañero de bancada Martín Borelli, entre otros, reiteraba a los cuatro vientos que Ritondo estaba en permanente contacto para conocer de primera mano lo que estaba sucediendo; inclusive deslizó que en las horas previas a la sesión estuvo a punto de viajar para estar presente, pero que ellos lo desalentaron porque no estaba en peligro la votación.

En cambio, otras voces fueron más duras por entender que las razones esgrimidas por el jefe del bloque -un previo compromiso familiar- no eran válidas, y recordaron cuando la obligaron a venir de apuro desde Turquía a una integrante de la bancada.
Lo que nadie niega es que Ritondo quedó mal posicionado en el bloque y en particular con Mauricio Macri. Las malas lenguas dicen que su cargo está en la cornisa, y que a partir de ahora, la conducción será colegiada. Ergo: no tendrá decisión propia.