A dos años de la expropiación de YPF, el ministro de Economía de la Nación, Axel Kicillof, volvió a defender ante el Senado la recuperación del control estatal de la petrolera con motivo de la presentación del proyecto para indemnizar a Repsol.

“Este es un acuerdo amigable. No hay vencedores ni vencidos”, afirmó Kicillof para continuar con el balance efectuado minutos antes por el secretario de Legal y Técnico, Carlos Zannini. Ambos encabezaron las negociaciones con la compañía española que concluyeron en el acuerdo de compensación del 27 de febrero pasado y que ahora deberá ser ratificado por el Congreso.

El funcionario recordó que al momento de dictarse la expropiación en mayo de 2012, Repsol y el Gobierno argentino estaban “muy lejos” de llegar a un acuerdo por la compensación de las acciones expropiadas. “Repsol quería 10.000 millones de dólares. Por lo que si no hubiéramos llegado a un acuerdo se hubiese ido a juicio”, señaló. El convenio firmado entre las partes establece una indemnización de hasta 5.000 millones de dólares en títulos públicos.

“Hemos llegado a un escenario tremendamente más favorable, beneficioso, por donde se lo mire. Que sea beneficioso no significa que hemos vencido o ganado desde nuestro criterio, sino desde el punto de vista de nuestro país y nuestro pueblo. Hemos cerrado ese círculo que se abrió cuando la presidenta (Cristina Kirchner) decidió enviar el proyecto (de expropiación) al Parlamento e intervenir la compañía”, continuó Kicillof.

Agregó que el convenio “amigable” y “feliz” con Repsol incluye el cese de las causas judiciales contra nuestro país por la expropiación de 2012 y destacó que también es beneficioso para Argentina desde el punto de vista financiero porque “estamos pagando en cuotas” hasta 2033.

La discusión sobre el monto a pagar

Frente a las críticas opositoras por el monto de la compensación, el titular del Palacio de Hacienda le pidió a los senadores que valoren lo que significará para las futuras generaciones la recuperación del control estatal de YPF, que aseguró hoy es la “compañía número uno en facturación de Argentina”.

En particular, Kicillof les pidió a los legisladores que ponderen que con la reestatización del 51 por ciento de las acciones de la petrolera se revirtió la tendencia negativa de cantidad de reservas de petróleo y gas natural. “Se vino a remediar esta cuestión de la participación en la producción del petróleo”, destacó por otra parte. No obstante, dijo que el desafío es “invertir mucho más” en YPF para aumentar la cantidad de reservas y el nivel de producción.

La reestatización de YPF “ha tenido un efecto sobre la economía del país (…) porque la alternativa era que la diferencia entre las ganancias y las inversiones se fuera al exterior”, insistió.

Kicillof resaltó luego que gracias a la recuperación estatal de YPF en 2012, el país ya se ahorró 1.200 millones de dólares en importación de gas y 2.000 millones de dólares que no se giraron al exterior.

En esta línea aseguró que los 5.000 millones de dólares que se deberán pagar a Repsol en concepto de compensación “saldrán con las ganancias que (YPF) va a generar como empresa y como país”. A su juicio, desde el punto de vista económico y financiero, “este es un acuerdo que podemos honrar en los próximos años; es ventajoso y nos viene mejor que pagar en efectivo”.