El periodista Mariano Obarrio, que se convirtió en una de las caras visibles del rechazo a la ley de interrupción voluntaria del embarazo, consideró este martes que se propicia “un aborto libre e irrestricto” y se cruzó con la senadora tucumana Beatriz Mirkin (Justicialista), a quien conminó a votar en contra.

En una extensa exposición ante el plenario de comisiones del Senado, Obarrio opinó que con la legalización, el aborto “pasa a ser una práctica incentivada por el Estado” que además “la pagan todos los argentinos”, y mencionó -sin datos concretos- que en países como Uruguay y España “hubo un crecimiento exponencial en la práctica” desde que fue despenalizada.

“Ofrecen a la mujer una sola alternativa: el aborto. No ofrecen ni prevención ni contención a la mujer”, cuestionó el periodista del diario La Nación, y además advirtió que “no se regula qué hacer con los restos humanos que se producen en un aborto”, lo que consideró “sospechoso en este contexto de organizaciones que se dedican a la venta y el tráfico de órganos”.

También criticó que el proyecto “no tiene en cuenta el derecho de los hombres”. “Muchas veces puede ocurrir que en una pareja, a partir del cuarto o quinto mes de embarazo, la mujer pueda invocar razones de salud física o psíquica sin preguntarle al hombre, que queda en inferioridad de condiciones”, planteó.

En los casos de embarazo por violación, advirtió que el proyecto “no obliga a denunciar” el delito ante la Justicia “ni al médico a realizar un examen de ADN”.

Sobre las causales de aborto no punible, observó que “podría abortar hasta el noveno mes una mujer que se vea afectada por la ruptura de su pareja o la pérdida de su trabajo”.

Otro de los puntos cuestionados por Obarrio fue que la penalización a médicos por abortos clandestinos, que hoy es “de uno a cuatro años de prisión”, se reduce “de tres meses a un año”, y asimismo “se elimina el agravante para el médico que mata a la mujer” durante la intervención.

También se quejó de que “el médico queda totalmente sometido a una presión penal” si se opone a interrumpir un embarazo.

Al término de su exposición, Mirkin recogió el guante: “Su puesta en escena de que ustedes son los ‘pro vida’ y nosotros somos los ‘pro muerte’ es la mejor garantía para dividir al pueblo en dos”.

La senadora sostuvo que “los varones son los primeros que se van, no vuelven más, y quedan las mujeres solas”, y remató: “No me llame ni genocida ni asesina. Voy a votar como me dicta mi conciencia”.

“Nunca dije que fuera genocida”, aclaró el expositor, y le dejó un mensaje final a Mirkin: “Usted es senadora de la provincia de Tucumán, donde mayoritariamente la gente piensa que hay que defender las dos vidas”.

El intercambio siguió con quejas de la legisladora fuera de micrófono y el presidente de la Comisión de Salud, Mario Fiad, tuvo que intervenir para poner orden y continuar con las preguntas, que se extendieron más de lo previsto.