Lanzado de lleno a su campaña como precandidato presidencial, el senador Ernesto Sanz dio detalles de lo que será la misma al referirse estrictamente a la cuestión educativa, cuestión que considera como “un tema central para discutir en la Argentina”.

Sanz aseguró que lo que pretende con su lanzamiento es “ofrecer una alternativa, una visión de la Argentina que tiene que ver mucho más con el futuro que con el pasado”.

“Me parece que la Argentina hoy merece una mirada hacia delante, una construcción de mediano y largo plazo, donde alguien se encargue de hablar de la revolución educativa”, remarcó el senador mendocino, quien destacó que ese será uno de los ejes de su programa, porque “la Argentina está hoy demasiado sometida a las cuestiones del pasado y del presente, pero muy poco se habla y muy poco se ofrece como perspectiva de futuro y sobre todo dejar de lado los problemas y empezar a hablar de las oportunidades que se desaprovechan y que podríamos aprovechar”.

En diálogo con Radio 10, Sanz sostuvo que “nuestro país ha abandonado la lucha por tener una educación pública de calidad. La ha dejado de lado. Y desde hace un tiempo estamos creyendo que la brecha de desigualdad que existe en nuestro país y que es uno de los componentes más duros y difíciles del tejido social, se va a revertir con políticas asistenciales”.

“Y la verdad es que yo creo todo lo contrario, creo que las políticas asistenciales son necesarias, válidas, pero para el mientras tanto, mientras trabajamos para romper la desigualdad con cuestiones estructurales, y en este caso la educación pública siempre fue en la Argentina la herramienta más valiosa para generar igualdad de oportunidades. Hoy no las está generando, hay que invertir mucho en calidad educativa”, remarcó el legislador mendocino.

Para Sanz, “la Argentina tiene que volver a estimular el mérito, tiene que volver a incentivar el esfuerzo”, y en eses sentido se quejó por los datos que reveló el Indice Pisa que mide la calidad educativa en el mundo. Al respecto, recordó que en la región “en el año 2000 Argentina estaba segunda en calidad educativa; Brasil, Chile, Uruguay, andaban por el sexto, séptimo, octavo lugar; en el año 2009, nosotros pasamos al séptimo y Brasil, Chile, Uruguay, andan por el primero, segundo y tercer lugar… ¿Qué hicieron esos países y qué hicimos nosotros, porque no hay que quedarse en esa cuestión como si fuera una tabla de un campeonato de fútbol? Los otros evaluaron permanentemente calidad, generaron incentivos para que los directivos de las escuelas, los docentes y la escuela en sí mismo, como una institución autónoma, tuvieran posibilidades de crecer”.

“Acá, igualamos para abajo. Acá la orden es hay que contener a los chicos en la escuela sea como sea, entonces da lo mismo en un aula el chico que se esfuerza y el que no se esfuerza”, consideró Sanz.

“Tenemos que empezar a premiar el mérito, el esfuerzo, la Argentina dejó no sólo en la educación, sino en todas las áreas, la diferenciación por el esfuerzo, por el estímulo, por el mérito, por aquel que trabaja, estudia, que cree que por fruto de ese esfuerzo puede seguir creciendo y que no se le pone al lado alguien que no le pone nada y sea premiado por el Estado”, destacó el senador Sanz, para quien ese cambio cultural en materia educativa “nos ha hecho retroceder más que avanzar”.

Asimismo dijo que “otra cosa que está pasando fruto de esta caída de la calidad: hay una transferencia de chicos de las escuelas públicas a la privada. Esa transferencia que antes se daba en los quintiles más altos, ahora se está dando en los quintiles medios y bajos; familias que tienen que hacer un esfuerzo para llegar a fin de mes, hacen un doble esfuerzo para sacarle dinero a otras urgencias y sacar a los chicos de la escuela pública y mandarlos a la privada porque se dan cuenta que la escuela pública no los está conteniendo”.

“Entonces estamos generando más brecha. A peor calidad, más desigualdad, este sería el lema”, consideró.