Entre los datos que aportó Elisa Carrió a la fiscal Viviana Fein, en su declaración del 5 de mayo en el marco de la causa que investiga la muerte de Alberto Nisman, trascendió una conversación entre el secretario de Seguridad, Sergio Berni, y la presidenta Cristina Kirchner, la noche en que el fiscal de la causa AMIA fue encontrado muerto en su departamento de Le Parc.

“Escuché que la madre de Nisman (Sara Garfunkel) y antes de que llegue la fiscal, había escuchado al secretario Berni decir: 'Presi, quédese tranquila es un suicidio'”, declaró Carrió ante Fein.

Según publica el sitio Infobae, que tuvo acceso al expediente, el diálogo se produjo en los primeros momentos en que ingresaron al departamento del fiscal, la noche del 18 de enero.

La líder del ARI, en su declaración durante cuatro horas ante la fiscal de la causa, calificó la muerte de Nisman como un “tercer atentado terrorista en Argentina”, luego de los ataques a la Embajada de Israel, en 1992, y a la AMIA, en 1994. Pero además, le apuntó al actual jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y al jefe del Ejército, César Milani, a quienes considera como “dos personas capaces de matar”.

En su testimonio, Carrió señaló a miembros de inteligencia iraní como los autores intelectuales del crimen de Nisman, sicarios latinoamericanos, tal vez venezolanos, aunque dijo no poder precisar este dato. Y que todo fue planeado desde reuniones hechas en Buquebús.

Moshen Rabbani es el otro hombre al que señaló la diputada como un agente de Irán para América Latina y que en Buenos Aires reside como un clérigo de la mesquita de Flores.

“Lo único que quiero decir por fin es que quizás sea mi último testimonio en veinte años de golpear la puerta de los tribunales para que haya justicia. Lo hago por amor a mi país y a mi patria. He amado a la Justicia. Mucho más que a la política. No sé si tiene sentido. Si, tiene sentido en Dios”, fueron las últimas palabras de Carrió para cerrar su extenso testimonio, en una causa que cuatro meses después sigue esperando justicia.