La senadora riojana Clara Vega se refirió a los comicios del domingo pasado y celebró formar parte de una oposición que “se está haciendo fuerte” y que buscará equilibrar las decisiones en el Congreso: “Agradezco el apoyo que nos dieron las urnas, pero eso también significa una enorme responsabilidad. La grandeza de quienes hoy integramos la oposición y de quienes se presentan como candidatos tiene que estar enfocada en las demandas más urgentes de los ciudadanos para contener ese voto, así como escuchar y sumar a esa gran parte de la sociedad que no fue a votar”. 

“Es muy difícil competir con los oficialismos ya que utilizan arbitrariamente los recursos del Estado para sus campañas; sin embargo, en las urnas se hizo sentir el descontento del pueblo y la necesidad de poner un freno al atropello y al mal manejo del Gobierno”, afirmó. 

En este sentido, señaló: “Quienes desde el inicio de la pandemia veníamos denunciando la necedad y la impunidad de los gobernantes en las medidas que tomaban -las cuales llegaron a rozar la inconstitucionalidad y la vulneración de derechos en muchos casos-, sabíamos que a nivel nacional estos resultados eran esperables. Por suerte, más allá del relato que se pretende imponer, la gente tiene memoria y vota priorizando el bienestar colectivo”. 

En cuanto al escenario a nivel provincial, la legisladora explicó que “en La Rioja -como en otras provincias del Norte- hay nombres como el de Quintela y el de Martínez que se repiten hace más de 20 años. El proyecto político con proyección 2023 que impulsamos, hoy lleva a Felipe Álvarez encabezando la lista de diputados provinciales. Él es un referente joven que puede llevar aires de cambio a la provincia, con la esperanza de renovar apellidos y con una nueva forma de hacer política”. 

Para finalizar, Vega refirió: “Estoy convencida de que estos resultados se repetirán e incluso se fortalecerán en noviembre, porque es muy difícil borrar con el codo lo que se escribió con la mano, tomando decisiones que nos dejan 40% de pobres, 50% de inflación, trabajadores en la calle y los chicos fuera de la educación. Hay que reconocer que el problema no es la pandemia, sino el modelo de país que se pretende imponer”. 

“Esperamos que quienes hoy ocupan la responsabilidad de ser oficialismo puedan tomar el timón y que no recurran a utilizar la dádiva como una forma de comprar voluntades, tal como ocurrió en San Luis cuando los Rodríguez Saá perdieron la elección”, concluyó.