La diputada nacional trabaja en una iniciativa para eliminar las retenciones a la exportación de plata y redirigir esos fondos a exploración minera, con el objetivo de sostener la producción, preservar puestos de trabajo y garantizar regalías futuras en provincias productoras.
La diputada nacional Roxana Reyes prepara un proyecto legislativo orientado a prolongar la vida útil de los yacimientos mineros maduros en Santa Cruz y otras provincias productoras de plata. La iniciativa propone eliminar los derechos de exportación que aún gravan a este mineral, y destinar esos fondos a nuevas campañas de exploración.
“El objetivo es que cada peso que hoy se retiene pueda transformarse en inversión para sostener la producción, proteger empleos y asegurar regalías futuras para la comunidad”, explicó Reyes. La diputada señaló que, tras la reducción de retenciones a casi todos los minerales en 2023, la plata quedó como una excepción “sin justificación técnica ni económica”, lo que desalienta inversiones clave en yacimientos en fase de declive.
La propuesta contempla que las empresas reinviertan localmente los fondos liberados por la quita de retenciones, para mejorar reservas y prolongar la actividad de minas maduras. Reyes advirtió que, sin incentivos, yacimientos como San José —uno de los más importantes de plata y oro en Santa Cruz— podrían acelerar su cierre, con impacto directo en el empleo y la economía regional.
En ese marco, la legisladora mantuvo una reunión con Néstor Rigamonti, gerente general de Minera Santa Cruz, operadora de la mina San José. Durante el encuentro se analizó cómo la eliminación de retenciones permitiría redirigir esos recursos a exploración, sostener infraestructura y preservar puestos de trabajo. La empresa se comprometió a reinvertir localmente los fondos que dejarían de tributar.
“San José tiene todavía potencial, pero necesita exploración. Si se reinvierte lo que hoy se retiene, se pueden garantizar más años de producción y estabilidad laboral”, subrayó Reyes.
Además, la diputada planteó la necesidad de articular los aportes de responsabilidad social empresarial —como el programa UNIRSE— con universidades, instituciones técnicas y municipios, para capacitar mano de obra local y fomentar emprendimientos que diversifiquen la economía regional.
“Queremos que la minería sea un motor para el desarrollo integral: que, cuando una mina cierre, quede infraestructura, empleo y oportunidades para la región”, enfatizó.
Claves del proyecto: