Si de algo sabe bastante Cristina Fernández de Kirchner es de las tareas legislativas, que a nivel nacional cumplió durante los últimos doce años, a los que habrá que sumar otros seis como diputada provincial. Por eso se le debe dar la derecha cuando ella opina sobre cuestiones inherentes a ese tema.

Lo cierto es que quien desde el lunes será primer mandataria ha designado a Alberto Fernández como el nexo entre su persona y las dos cámaras del Congreso.

La información fue proporcionada por fuentes legislativas, que detallaron que Cristina recibió a los titulares de los bloques oficialistas de ambas cámaras en la Casa de Gobierno, donde les comunicó esa decisión. Estuvo también presente en el encuentro el jefe de Gabinete.

El cónclave tuvo lugar este miércoles por la mañana, cuando todavía había posibilidades muy concretas de que se aprobara horas después el proyecto sobre la Emergencia Económica, que sin embargo naufragaría inmediatamente después de iniciada la sesión de la Cámara alta. Para desdicha del oficialismo, que confiaba tenerlo listo para cuando Fernández de Kirchner fuera presidenta.

Amén de ese traspié, lo importante es en este caso la decisión de asignar una tarea extra de esas características al jefe de Gabinete, quien deberá suplir por sí mismo la presencia de la propia actual primera dama en el Parlamento, ya que durante los últimos cuatro años podría decirse concretamente que el nexo entre el Parlamento y el Ejecutivo fue ella misma, amén de la mayor o menor presencia que tuviera en su despacho del Congreso.