El intendente de San Isidro, Gustavo Posse, volvió a desempolvar su ropa de campaña para competir en las próximas legislativas. El jefe comunal aspira a ocupar el primer lugar en la lista de candidatos a diputados por la provincia de Buenos Aires, pero no por el radicalismo, sino por una alianza con el Pro junto a varios peronistas opositores y boinas blancas distanciados de la estructura de la UCR. Sin embargo, las intenciones de Posse chocan con los intereses de los estrategas del macrismo, que consideran que Mauricio Macri debe reencauzar su relación con el diputado Francisco de Narváez, el dirigente opositor mejor posicionado en el extenso territorio bonaerense. “A Posse lo conocen solamente en la zona norte, mientras que a Francisco, desde La Matanza hasta el último pueblito de la Provincia”, afirmó ante Parlamentario una diputada macrista que conoce el distrito. Lo cierto es que el intendente de San Isidro quiere jugar, pero para que ello ocurra el macrismo le debe garantizar el primer lugar. Algo improbable si Macri hace las pases con el “Colorado” De Narváez. Votos son amores.