Uno de los temas que no se ventilan públicamente en el ambiente legislativo es la “necesidad” de que los ex gobernadores que accedan a una banca en Diputados o en el Senado cuenten con un despacho confortable, no diminutos como tiene la gran mayoría. Las gestiones se realizan con las autoridades del Cuerpo en reuniones […]
Uno de los temas que no se ventilan públicamente en el ambiente legislativo es la “necesidad” de que los ex gobernadores que accedan a una banca en Diputados o en el Senado cuenten con un despacho confortable, no diminutos como tiene la gran mayoría.
Las gestiones se realizan con las autoridades del Cuerpo en reuniones informales, aunque en algunos casos apelan a intermediarios para transmitir la inquietud de ese deseo.
La traducción concreta: “el edificio del Anexo de la Cámara baja no es de mi agrado”, pero no lo transmiten al conjunto del Cuerpo para que los demás no se sientan discriminados. Por eso las gestiones son, más que oficiosas, discretas.
En ese histórico contexto, dicen que en el Palacio Legislativo ya están remodelados los despachos que ocuparán los ex gobernadores Felipe Solá y Jorge Obeid.
¿Qué dirán sus compañeros de bancada?
